Francisco Javier Barreiros, secretario general del Partido Popular (PP) en Arcos, aparcó su vehículo ayer a media mañana en el recinto ferial del municipio para ir a la sede de la agrupación. Cuando reinició la marcha, sobre las once y media, llevaba instalado en el depósito de gasolina de su BMW un artefacto incendiario formado por media botella de agua fuerte y un tubo de medio metro que abría el camino hacia el combustible a una mecha ardiente.

Barreiros, que repetía su rutina laboral antes de ir a recoger a su hija a la guardería, no se percató de que había fuego en la parte trasera de su vehículo hasta el cruce de las céntricas calles Corredera y Debajo del Corral. Un conductor alertado por la humareda le pitó insistentemente para que se detuviera. "Casualmente este señor era bombero profesional y tenía un extintor, o quizá lo llevaba él, y pudieron apagar el fuego de toda la parte trasera del coche antes de que se produjera una desgracia mayor", relataba ayer por la tarde el padre de Francisco Javier Barreiros, que regenta el restaurante Coruña, situado en la localidad. El concejal sufrió un ataque de ansiedad tras prestar declaración ante la Guardia Civil y permaneció sedado toda la tarde.

Barreiros, de 35 años, participa de lleno en la vida política de Arcos desde hace dos años y concurrió a las últimas elecciones municipales en el segundo puesto de las listas del PP. Sus compañeros de partido informaron ayer de que el concejal ha recibido amenazas telefónicas desde el año pasado y que incluso formuló una denuncia hace "un par de semanas", añadió su padre, que desconoce el contenido de estos avisos.

Sebastián Ruiz, concejal del PP y diputado provincial por la Sierra, expresó su desconcierto por el ataque y recordó los problemas que ha sufrido Barreiros en los últimos meses. "En campaña, él se encargaba de la cartelería y terminó desesperado porque cada mañana le rajaban las pancartas o se las quitaban, y después tuvo un enfrentamiento mientras repartía publicidad del partido", apuntó Ruiz, que, pese a las sospechas, se resiste a achacar el ataque a una motivación política.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Arcos condenó el suceso padecido el concejal y la alcaldesa (PSOE), Josefa Caro, aseguró que está en contacto con las fuerzas de seguridad y la Subdelegacion del Gobierno para esclarecer los hechos y ha pedido celeridad en las investigaciones.