EN los dominios de la Velá, la Gran Velada. El único escenario que han montado en Triana no es para ningún mitin. Los oradores hablan con la cintura y con los puños. Se llaman Jorge Fortea, Ruddy Encarnación, Luca Giacon y Carlos Pérez Jaén Ratón. Ayer participaron en una exhibición de boxeo. La lona se instaló junto al Mercado del Barranco. Contrapunto de los negros presagios del barranco de los mercados.

"Somos totalmente autosuficientes, no confiamos en ningún político ni en el Ayuntamiento". Iván Carrasco es uno de los promotores. Su empresa organizó los conciertos de Alejandro Sanz, U2 y Madonna. La exhibición es el aperitivo de los cinco combates -uno de ellos femenino- del día 16, en el ecuador de la campaña, en la discoteca Antique.

Dan las once de la mañana con las notas de guitarra de Ricardo Miño, pareja de la bailaora Pepa Montes. Ginger y Fred del Altozano. Manuel Illanguas, cuarenta años en el mercado de Triana, habla del partido del Sevilla con un cliente. "De política hay poco que hablar. La gente está muy desilusionada". Es de Camas y vota en Santiponce, explica las bondades del salmorejo con conejo típico de Las Pajanosas, Burguillos, Guillena y Castilblanco. Firmó con su esposa el pacto de Varsovia. Uno de los dos irá a la capital polaca a ver la final si el Sevilla sale airoso de Florencia. El Bonjour, tristesse de Triana son sus lagrimitas de pollo.

Cruza el puente de Triana Julián Álvarez. Fue alcalde de Écija y candidato andalucista a la Junta en 2008, año que ganó Obama. Triana recuerda a sus alcaldes: placas para Alberto Jiménez-Becerril y Paco Arcas, siglas rivales, amigos en la lona de la cordialidad y los caballitos de jamón.

Junto a la capillita del Carmen está la Casa del Cofrade. Hay una placa alusiva a la diáspora. "Pídeme lo que tú quieras, o lo que te dé la gana, pero, por Dios, no me pidas que me vaya de Triana". De Triana se fue en 1972 la Hispano-Aviación. En la factoría de San Jacinto fabricó el primer avión español a reacción, el Saeta, que hizo el primer vuelo el 12 de agosto de 1955.

El testigo del pregón de la Velá se lo va a pasar Manolo Melado, compositor de sevillanas, al rapero Junior. La transición según Triana. El bar El Ancla abrió en la calle Pagés del Corro en 1984. Lo regenta Manuel Sánchez Pérez, de Aznalcóllar. Al lado estuvo el último cine de verano que hubo en Sevilla, el Avenida.

Ikea se inspiró en la república independiente de Triana para patentar su cantón minimalista. Barrio-ciudad, barrio-Estado con vida propia. José María Gómez, decano de los cronistas municipales, toma un café en el Horno Triana. Un hombre pregunta al reportero por la calle Antonio Rodríguez Zeppelin, el mítico ciclista del Tourmalet del Zurraque. "Me he perdido", confiesa. "Estuve 35 años trabajando en Düsseldorf. Lo mejor de mi vida. Me mandan todos los meses 1.400 euros". En la calle Peñaflor pregonan mostachones de Utrera y tomates de Los Palacios.

La calle Álvar Núñez separa las barriadas de San Gonzalo y el Tardón, la cuna de la presidenta en funciones. Las macetas y bombonas de butano le dan uniformidad cromática a los balcones. Por un pasaje se entra al bar Conquista, en la trastienda. Antonio Machado tiene una calle sin salida. Su padre, Demófilo, murió en la calle Pureza. Conquista o reconquista en la lona de las urnas.

En San Jacinto hay un carril-bici y un carril-carrito. Es la hora de las abuelas. Tres muchachas y un hombre difunden las bondades de la Biblia en San Martín de Porres. Les han salido unos serios competidores, porque todos los candidatos prometen el cielo. "¿Conoces nuestras nuevas novedades?". La tautología se lee en el salón de juegos junto al IES Triana, donde estuvo el taller de Ramos Rejano, que hizo media Plaza de España. En un banco de San Jacinto se ha sentado el Chaque de Triana, betunero y cantaor. Muy cerca, un cartel que dice Zapatero. En esta campaña, vuelve a ser un oficio remendón.

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