Las únicas encuestas que valen son las de urnas. El mensaje está claro. Desde tiempos inmemoriales, por unos motivos u otros, ningún partido político ha hecho, de cara a la galería, uso de lo que los sondeos cuentan. La estrategia consiste en interiorizarlos y, si cabe, modificar el discurso. Y si no, pues se sigue igual, que para eso la campaña ya está planificada. Allá cada uno. El problema o la ventaja de los partidos, en estas elecciones, es que el voto ciudadano llega de lejos en el tiempo, está otorgado con anticipación debido al mal momento por el que pasa la política y porque las elecciones al Parlamento Andaluz siguen ahí, a la vuelta de la esquina.

Pero las encuestas están ahí y si es cierto que fallan, muchas veces se aproximan. Es por ello que la publicada ayer en el Diario de Almería debía tener repercusión en los partidos a los que afecta. Esta dice que la política almeriense, la de la capital, se ve envuelta en la oleada de nuevos razonamientos, ideas y nuevos partidos, pero tampoco sucumbe definitivamente a ellos. De los 27 concejales en liza, siete irían a parar estas nuevas formaciones. Por lo tanto, en la capital el bipartidismo agrieta, pero no se desploma.

De no contar con nada a tener tres representantes cada uno pasarían Ganemos y Ciudadanos. El segundo cuenta con el respaldo que le da el haber cosechado buenos resultados en las autónomicas y la figura de Albert Rivera. Pasa lo mismo con la figura de Ada Colau y Ganemos, la diferencia es que ella se enfrenta a su primer reto de cara a las urnas sin saber cuál será el resultado.

Tanto para Ganemos como para Ciudadanos el resultado es positivo, pero ambos aspiran a más y dicen tener tiempo por delante para conseguir su objetivo.

En el lado opuesto se encuentran PP y PSOE, los partidos de toda la vida. Los primeros están tan cerca de conseguir la mayoría absoluta como de estar en el alambre y tener que razonar con otro partido para llevar a cabo un gobierno estable. Es por ello por lo que la candidatura popular quiere arañar votos y no se fía de lo que dicen las encuestas.

El PSOE de Pérez Navas no gana escaños con respecto a las anteriores elecciones. Pero afirma tener otra visión, la que dice la calle, y esa cuenta que su resultado será mejor y, por tanto, tendrán motivos para llevar a cabo sus proyectos tras el 24-M.

A quien más daño le hace la aparición de los nuevos partidos es a Izquierda Unida, que piensa ir a más durante a campaña y desestabiliza a los nuevos argumentando que nada tienen que ver sus actores nacionales con los locales.