Elecciones Andalucía

Réquiem por UPyD

  • Rosa Díez no optará a seguir liderando el partido, que queda relegado a un centenar de concejales en ayuntamientos pequeños

Se acabó UPyD, al menos en las instituciones autonómicas y municipales. Y ya no lo dicen las encuestas, las urnas han hablado de manera tan drástica que han borrado del mapa al partido de Rosa Díez hasta dejarle con tan sólo un centenar de concejales en ayuntamientos pequeños. 

La pesadilla que se venía venir desde el descalabro en las elecciones andaluzas se ha hecho realidad pese a los intentos desesperados de los dirigentes de UPyD por dar la vuelta a ese hundimiento electoral que se produce a seis meses de la cita con las generales. 

Un hundimiento empujado por Ciudadanos, el partido con el que Díez desdeñó pactar y que ahora en su primera incursión municipal y autonómica ha arrebatado a la formación magenta sus posibilidades de levantar cabeza. 

UPyD ha perdido prácticamente toda la presencia institucional que tenía después de sufrir el abandono de más de 200.000 votos en las municipales -más o menos la mitad de lo que consiguió en 2011-. "Muy pocos votos para el enorme esfuerzo realizado", ha reconocido Rosa Díez en la que sin duda habrá sido la comparecencia más amarga de su vida política. 

"Espero que los ciudadanos hayan elegido bien", ha afirmado Díez, después de conocer el 98,8 por ciento del escrutinio, que ha dado a UPyD 125 concejales y 5 alcaldías. En total, ha señalado, algo más de 200.000 votos, que "son muy pocos para el enorme esfuerzo, talante y talento" de los candidatos y ha dicho que, aunque respeta lo votado, es una "lástima" para los ciudadanos. 

Díez ha acabado su intervención, en la que no ha admitido preguntas, con el anuncio de que no presentará su candidatura para continuar dirigiendo el partido. 

Se han quedado fuera de la capital, donde tenían cinco ediles y también han salido de la Asamblea de Madrid (8 escaños) y del Parlamento de Asturias (uno), comunidades donde tenían representación aparte del único diputado que tienen en el País Vasco. 

Si la catástrofe en Andalucía provocó la desbandada de dirigentes y simpatizantes -muchos hacia Ciudadanos- los resultados de esta noche abocan a UPyD a su práctica desaparición porque tendrá muy difícil enderezar un rumbo tan torcido. 

Y ya no Rosa Díez, que esta noche ha anunciado que se echaba a un lado y no se presentaba al congreso extraordinario de julio, sino quien asuma el liderazgo a partir de ese cónclave. 

Un liderazgo envenenado porque tiene por delante una dura travesía que puede acabar en la estocada definitiva del partido en las elecciones de noviembre, a no ser que la nueva dirección dé el paso de acercarse al enemigo Ciudadanos. 

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