Sevilla

Un duelo por la mayoría suficiente

  • El PP pierde votos tras los primeros cuatro años de gobierno de Zoido y el PSOE sube hasta el punto de disputarle la Alcaldía. La aparición de nuevas formaciones apuntan a posibles pactos.

El PP logró en 2011 una mayoría absoluta sin precedentes en la historia de la democracia. Veinte concejales suponen el mayor caudal de confianza alcanzado por un alcalde en Sevilla. Juan Ignacio Zoido tomó el bastón de mando en el Ayuntamiento hispalense después de 12 años de pactos de izquierdas que ya impidieron en 2007 gobernar al PP a pesar de haber sido la lista más votada. El enorme desgaste del anterior alcalde, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, y la acumulación de escándalos que derivaron en los tribunales fue la puntilla para el último gobierno de coalición PSOE-IU. Y Zoido arrasó con la bandera del cambio. Cuatro años después, el actual alcalde podría pasar a la historia también si se confirman las encuestas y en un solo mandato reduce a la mitad los apoyos recibidos.

Los sondeos dibujan un escenario de empate técnico. El PSOE, que en las anteriores municipales se hundió y retrocedió a los niveles de 1995, ha logrado ir recuperando el voto perdido, una tendencia que se ha ido reflejando desde las pasadas elecciones europeas en todas las citas con las urnas. El trabajo en la oposición de Juan Espadas, el alcaldable socialista que partió con un escaso nivel de conocimiento en 2011 e incluso con poco respaldo dentro de su partido, se ha ido consolidando en los últimos cuatro años, en los que ha configurado un proyecto sólido para la ciudad que cuenta con la participación de un buen porcentaje de ciudadanos en los barrios.

El avance imparable del PP hace cuatro años permitió a Zoido conquistar incluso territorios con un voto histórico de izquierdas y que ahora son la clave para inclinar al balanza a favor de uno u otro candidato.

Izquierda Unida se juega ahora su supervivencia en el pleno municipal. Después del retroceso experimentado en 2011 -con un líder, Antonio Rodrigo Torrijos, sumido ya en varios escándalos-, la federación de izquierdas podría quedarse fuera del pleno después de haber renovado por completo su lista. Su alcaldable, Daniel González Rojas, es el más joven de los aspirantes, con sólo 26 años, y llega para competir directamente con otras fuerzas emergentes.

No obstante, el hecho de que Podemos decidiera no concurrir como marca a las elecciones municipales ha propiciado una atomización de la izquierda más radical, dividida ahora en Participa Sevilla, cuyo germen está en Podemos, y Equo. La aparición, además, de la marca Ganemos Sevilla, que nada tiene que ver con la formación creada hace unos meses en la capital, viene a sumar aún más confusión. Ante esta situación, Podemos ha apostado en los últimos días por respaldar ala candidata de Participa Sevilla, Susana Serrano, desafiando la comunicación del partido a nivel nacional, que se había desvinculado de dicha plataforma.

Hay otra fuerza emergente, Ciudadanos, que condicionará la formación del futuro gobierno. El partido de Albert Rivera ha ido ganando en los últimos meses simpatizantes en Sevilla donde, en las pasadas elecciones autonómicas, arrebató al PP muchos votos en barrios tradicionalmente de derechas, como Los Remedios y Nervión. Su candidato, Javier Millán, evita con prudencia pronunciarse a favor de pactos, pero es consciente de que será la llave para la formación del futuro gobierno, sea liderado por el PP o por el PSOE.

Según los sondeos, Ciudadanos, al igual que Participa Sevilla, podrían obtener al menos cuatro concejales cada uno, lo que cambiaría sustancialmente el peso de la corporación municipal.

Los andalucistas siguen batallando para recuperar los sillones perdidos en 2007 en la Plaza Nueva. En 2011 el PA, liderado entonces por Pilar González, se quedó a las puertas de tener representación municipal, a pesar de que logró recuperar levemente el porcentaje de votos. Ahora, la candidata a la Alcaldía, la cineasta Pilar Távora, aspira a reflotar el partido con una carrera que inició ya hace más de un año y que, sin apenas recursos y con una campaña muy creativa, ha servido para sumar nuevas adhesiones.

La campaña, no obstante, está muy abierta. Los sondeos apuntan a que, pese a que la mayoría da su voto al PP, la percepción general que hay en la ciudad es que gobernará el PSOE. Un dato que le sirve a Juan Espadas para ganar confianza ante su electorado. Si en 2011 el PP apeló al voto prestado, una fórmula que le funcionó, los socialistas apuestan en esta ocasión por llamar al voto útil, el del PSOE, que es el único, según el candidato, que puede garantizar un gobierno estable en la ciudad.

Zoido, en su creencia de que seguía gozando con la mayoría, al menos suficiente para gobernar, apostó por no hacer campaña, sino pro explotar su balance y seguir vestido de alcalde. Hasta el cuarto día de campaña no se difundió el programa del PP que ha ido improvisando sus actos. Zoido apuesta por el continuismo. El resto por el cambio. Lo único claro ese que no habrá mayorías absolutas y la cultura del diálogo tendrá que imponerse antes o después.

sEVILLA

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