Llevó en compañía de muy pocos la bandera de su partido cuando era Alianza Popular (AP), vivió en primera persona el nacimiento del PP y cómo esta fuerza política tocaba el cielo aquel histórico 1996 y luego, una década después, dio uno o varios pasos atrás, presenciando los diferentes vaivenes políticos desde su particular retiro dorado de la RTVA.

Es difícil saber qué valoración tendrán de él los militantes más jóvenes del Partido Popular. Lo que sí es indiscutible es que Jesús Mancha sigue siendo hoy uno de los políticos mejor valorados entre los dirigentes más veteranos de este partido. Aún hoy, a sus 73 años de edad, sus opiniones son muy tenidas en cuenta en una formación política que siempre ha valorado su experiencia.

Nacido en Almendralejo (Badajoz), licenciado en Derecho y secretario judicial de profesión, Jesús Mancha Cadenas fue pieza clave para la paulatina implantación de AP en esos rincones de la provincia muy hostiles con la derecha. Entonces, en la década de los 80, para amarrar algún voto por los pueblos de la Sierra o de la Janda, los militantes del partido de Manuel Fraga tuvieron que currar muchísimo. Y allí estaba siempre Jesús Mancha junto a otros, entre ellos el mismísimo Rodrigo Rato.

Pero no fue hasta la irrupción del PP cuando accedió a un cargo público de resonancia. Primero fue en el Parlamento de Andalucía, donde ocupó un escaño durante diez años, llegando incluso a ser vicepresidente de la Cámara, y compaginando esta labor en los últimos cuatro años de esta etapa con su primera experiencia en las Cortes Generales, por su condición de senador autonómico.

Siempre muy gesticulante y de fácil oratoria, Mancha cambió la Cámara Alta por la Baja, siendo diputado nacional desde 2000 a 2008. Allí disfrutó al principio con la mayoría absoluta de Aznar y luego tuvo que sufrir el resurgimiento del PSOE de la mano de Rodríguez Zapatero.

Mucho le costó a la dirección provincial del PP prescindir de él en las generales de 2008. Era el candidato intocable, pero terminó siendo apartado de las listas para dar paso a la savia nueva. Eso, sin embargo, no hizo que su partido le arrinconara. Bien al contrario, le pagó los muchos servicios prestados nombrándole consejero de la RTVA, un puesto muy bien remunerado en el que el abuelo del PP se mantiene desde hace siete años.