El Rocío

La lluvia marca una jornada atípica

  • Un importante aguacero cae sobre la aldea en la hora del almuerzo

  • El sol y el calor protagonizan la mañana del día previo a la salida de la Blanca Paloma

La lluvia marca una jornada atípica

La lluvia marca una jornada atípica

Las previsiones meteorológicas acertaron. Sobrepasaban las 14:30 cuando en la aldea de El Rocío comenzó a caer una abundante lluvia bajo algún relámpago que se coloreaba en el grisáceo cielo de nubarrones. Viró la tarde del domingo de romería y amainó el ambiente entre las diferentes calles que rodean la ermita de la Blanca Paloma. El grueso de la lluvia cesó más pronto que tarde pero el chispeo no amainó con el paso de los minutos. Cayó lo suficiente para que se formasen charcos sobre el barro de las arenas y para que los charrets y las manolas corriesen para buscar refugio ante el continuo aguacero. También llovió lo suficiente para que muchos de los animados porches trasladaran el almuerzo y la convivencia hacia el interior de la casas. Además, de manera obligada las hermandades filiales que tenían las carretas con su Simpecado en la calle tuvieron que utilizar el capote para resguardar el patrimonio religioso.

La de ayer fue una jornada atípica en las horas previas de los momentos grandes de la romería. La creatividad para combatir la lluvia por parte de los rocieros se hizo patente en las calles de la aldea. Chubasqueros con todas las garantías, plásticos o bolsas de basura con muchas menos, fueron algunos de los utensilios que utilizaron los rocieros para cobijarse del agua mientras caminaban deprisa por las calles antes de llegar a su destino.

Sí que es cierto que a partir de las 19:00 volvió una agradable climatología a la aldea, aunque las previsiones escritas para las siguientes horas marcaban probabilidades de chubascos para el final de la romería.

El Rocío, por la mañana, presentó un aspecto inmejorable. El azul en el cielo y el calor en el ambiente. En los días grandes en torno a la Blanca Paloma, la aldea registra un lleno absoluto y ayer no fue menos. Miles de devotos rocieros disfrutaron de la mañana y del mediodía por las calles de la aldea, mientras que en torno al santuario se concentraba el grueso de romeros. Una vez que finalizó la misa de Pentecostés, las calles de la aldea fueron el escenario de un desfile de simpecados que regresaban a sus casas de hermandad. Una bella estampa ante el colorido que emanaba del patrimonio de las filiales, además de los celestiales sonidos de los distintos tamborileros. A partir de entonces, la ermita celebró misa y allí se encontraba el Simpecado de la Hermandad de Jerez, al que acompañaron cientos de rocieros que centraban su atención en la mirada de la Virgen del Rocío.

El exterior del santuario transportaba a otra época. Numerosos vehículos de tracción animal recorrían las zonas con más popularidad de la aldea, mientras que los romeros de a pie, de corto y con sus botos o en traje rociero, paseaban y se hacían fotografías en los rincones de la aldea. La marisma, la ermita, las diferentes fachadas de las casas de hermandad o sus simpecados, fueron el fondo perfecto para los recuerdos fotográficos de la jornada dominical.

Las tiendas de recuerdos se encontraban a rebosar de personas impacientes por adquirir objetos con la cara de la Virgen del Rocío. También los diferentes bares de la aldea registraron llenos tanto en el interior como en las terrazas, con personas disfrutando de las gastronomía onubense. Un momento único para conocer y descubrir, por parte de los turistas, muchos de los sabores que caracterizan el territorio.

Las distintas casas de hermandad, tras la misa de Pentecostés, celebraron en su interior las tradicionales convivencias de estos días grandes de romería. Hermanos y vecinos de las localidades se acercaban hasta su sede rociera para pasar una jornada entre los suyos y con un gran ambiente. La casa de hermandad de Moguer era un ejemplo claro del ambiente que se vive estos días en la romería. Por allí pasará la Virgen del Rocío justo antes de que visite a la Hermandad Matriz. "La romería está siendo estupenda y ya con inquietud" para los actos que restan, señaló el presidente hermano mayor de Moguer, Paco Cruz. La filial llegó el viernes sobre las 15:00 a la aldea y se irá mañana a la misma hora. Mientras, en el interior de la casa, que tienen siempre con las puertas abiertas, "se recibe a todo el pueblo". La filial moguereña cuenta este año con siete mayordomos, familiares entre ellos, que expresaron su ilusión por cumplir un sueño. Ya por la tarde, el deseo no era otro que ver a la Blanca Paloma frente a su casa. "Es el momento cumbre, es lo que deseas. La culminación de la romería", señalaban Rocío Maury, Tere Maury y Rocío Mora, en nombre de todos los mayordomos.

Así se vivió una jornada intensa de romería que tuvo dos momentos. El del sol y el de la lluvia. Pero aun así miles de devotos no quisieron perderse un día de disfrute alrededor de la Virgen del Rocío. Con el paso de las horas la aldea concentró su atención en la imagen. Y la intensidad del ambiente se elevó con los momentos previos al Rosario, acto que predecía al salto a la reja para que comenzara a continuación una procesión que concentra todos los focos de la fe.

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