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Santander y Fgcsi financian una investigación con cultivos básicos que busca soluciones al problema del hambre y el incremento de la población mundial

  • La investigadora Paz Merelo, cuenta con una beca de 50.000 euros del programa ComFuturo para averiguar cómo prolongar la producción de frutos o semillas de cultivos básicos como el maíz o el trigo

La investigadora Paz Merelo.

La investigadora Paz Merelo.

Desde su centro de operaciones en Valencia, el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, la investigadora del programa ComFuturo Paz Merelo, dirige una investigación que podría suponer el origen de una de las grandes soluciones para mitigar el hambre en el mundo o hacer frente al problema de alimentación de una población cada vez más numerosa.

El programa ComFuturo es una iniciativa de colaboración público-privada consolidada, liderada por la FGCSIC, en la que Banco Santander, a través de Santander Universidades, financia becas de entre 50.000 y 70.000 euros a varios de los jóvenes investigadores participantes en este programa, en el marco de su estrategia de Banca Responsable y de su compromiso con el progreso y el crecimiento inclusivo y sostenible.

En este sentido, mantiene una apuesta pionera y consolidada por la educación superior que desarrolla a través desde hace 25 años y le distingue del resto de entidades financieras del mundo.

La entidad ha destinado más de 2.000 millones de euros en total y ha concedido más de 630.000 becas y ayudas desde su puesta en marcha.

Cambio en el sistema agroalimentario mundial

Según las Naciones Unidas en relación con el segundo de los ODS de la Agenda 2030, “es necesario un cambio profundo en el sistema agroalimentario mundial si queremos alimentar a más de 820 millones de personas que padecen hambre y a los 2000 millones de personas más que vivirán en el mundo en 2050”, una situación que hace que el incremento de la producción de manera sostenible sea fundamental para lograrlo.

En este contexto, Merelo está analizando un factor clave en el ciclo de las plantas monocárpicas, las que cuentan con una única fase reproductiva tras la cual mueren; entre ellas, gran parte de los cultivos con importancia económica como el maíz, el trigo o el arroz.

Controlar la proliferación

Ese cese de actividad de la planta es lo que se llama Parada Global de la Proliferación.

El objetivo de esta investigadora y su equipo es lograr identificar una serie de factores morfológicos y genéticos que permitan determinar las estrategias biotecnológicas y agronómicas necesarias para retrasar dicha Parada y así prolongar la fase productiva en especies de interés y básicas para la alimentación mundial, como los cultivos mencionados.

“Mi proyecto se centra en el estudio de la Parada de la Proliferación. Este proceso tiene lugar en muchas especies de plantas, entre ellas gran parte de los cultivos con importancia económica y que forman la base de nuestra alimentación. Como consecuencia de esta Parada, cesa la producción de flores y frutos. Por tanto, este proceso constituye una diana importante en programas de mejora de cultivos ya que determina la duración de la fase productiva y, con ello, la cosecha final de frutos y semillas. La finalidad de este proyecto es obtener variedades de maíz y trigo con una fase productiva más extensa, que permitan hacer frente a la demanda de alimentos de una población en constante crecimiento, así como ajustar la producción frente a cambios climáticos”, explica Paz Merelo. 

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