Enrique Bocanegra | Delegado en Andalucía de Hispania Nostra

“El olvido, la ignorancia, son los peligros del patrimonio”

Enrique Bocanegra en la puerta de la Casa Natal de Velázquez.

Enrique Bocanegra en la puerta de la Casa Natal de Velázquez. / Juan Carlos Muñoz

Enrique Bocanegra Vidal (Sevilla, 1973), periodista, escritor y gestor cultural, es una de las personas que mejor conoce el patrimonio andaluz. Concretamente, el que está en peligro. Su misión como delegado de Hispania Nostra es alertar y denunciar cuando un bien se encuentra en un estado precario de conservación. Aunque se están dando algunos pasos, la Lista Roja andaluza incluye casi 200 edificios con riesgo de desaparecer. Su amor por el arte y la cultura le ha llevado también a embarcarse en la rehabilitación de la Casa Natal de Velázquez en Sevilla. Un proyecto muy atractivo que podrá ser una realidad el próximo año y que centrará el foco en uno de los pintores más importantes de la Historia del Arte.

¿Cuál es la misión de Hispania Nostra?

Velar por nuestro patrimonio cultural y natural. Que la belleza que hemos heredado de nuestros antepasados pase a la siguiente generación en las mejores condiciones.

¿Cuál es el estado de salud del patrimonio andaluz?

Hay avances como la restauración de las murallas de la Alcazaba de Almería, el castillo de Bedmar o los dólmenes de Antequera, pero también muchas asignaturas pendientes. En nuestra Lista Roja del Patrimonio tenemos casi 200 edificios en riesgo de desaparecer, solo en Andalucía.

¿Cuáles son los casos más alarmantes que necesiten de una urgente intervención?

No hay una sola provincia andaluza en la que no haya castillos medievales, iglesias barrocas o góticas y palacios renacentistas con artesonados mudéjares cerrados a cal y canto desde hace décadas y sin planes de protección específicos. En Valverde del Camino tenemos unos dólmenes de cuatro mil quinientos años de antigüedad cubiertos de grafitis; en Marchena los restos del convento de Santa Eulalia, del siglo XV, ni siquiera están protegidos por una valla. Lo mismo ocurre en la villa romana de Bruñel, en Jaén. Podemos seguir así provincia a provincia.

¿Cuál es el principal peligro al que se enfrenta este patrimonio?

El olvido, la ignorancia. Hay muchas localidades cuyos habitantes desconocen el valor enorme que tiene ese convento o fortaleza que están acostumbrados a ver todos los días. A veces te encuentras una ermita o iglesia medieval convertida en un establo o un garaje. Ese mismo edificio bien cuidado y restaurado se puede convertir en una fuente de prosperidad y de identidad cultural positiva. Hay casos modélicos, como el de Alcalá la Real, donde han restaurado su ciudad fortificada y hoy reciben más de cincuenta mil visitas al año. Hay que ver el patrimonio como una oportunidad y no como una carga.

¿Quiénes son los mayores responsables de esta situación?

Lo fácil es echar la culpa a la administración, y evidentemente tienen gran parte de responsabilidad, pero la defensa del patrimonio es una ecuación en la que todos tenemos un papel que jugar. En Hispania Nostra somos partidarios de que la ciudadanía adopte una actitud proactiva, que no se limite a esperar lo que hace el político de turno y que no dude en movilizarse cuando vea el patrimonio de su municipio amenazado.

¿Suele estar el patrimonio privado en mejores condiciones que el de titularidad pública?

Si hay cariño, compromiso y responsabilidad, da igual que el titular sea público o privado.

¿Es partidario de que las administraciones colaboren para mantener el patrimonio privado cuando sus propietarios no pueden?

Soy partidario de que colabore toda la sociedad, no solo la administración. Hay muchos casos de edificios que han sido restaurados gracias a la movilización de fundaciones, asociaciones o empresas. Un profesor que vincula emocionalmente a sus alumnos con el patrimonio, un periodista que informa, un abogado que toma medidas legales contra aquellos que dañan un edificio o cualquier ciudadano que aprovecha su tiempo libre para borrar grafitis o hacer reparaciones en una pared o tejado de un edificio centenario o milenario ya hace una gran labor.

¿Hace falta en España una ley de mecenazgo que facilite la participación en la rehabilitación del patrimonio?

En países modélicos en la preservación del patrimonio, como Inglaterra, esas leyes han sido muy eficaces. Mientras más herramientas tengamos y más amplio sea el círculo de responsabilidad, mejor para el patrimonio.

Usted es uno de los impulsores de la rehabilitación de la Casa Natal de Velázquez en Sevilla. ¿Cuándo se podrá abrir al público?

La restauración de la casa concluirá este verano. Ha sido duro, en plena pandemia y solo con nuestros recursos. Después viene la fase de contenidos para la que vamos a solicitar un depósito de muebles y otros objetos originales del siglo XVII que la administración tiene almacenados en sótanos desde hace décadas. Trabajamos para echar a rodar en 2023 pero mientras más apoyo tengamos, antes lo haremos y en mejores condiciones.

¿Ha encontrado apoyo público para esta importante iniciativa?

Tenemos una relación de complicidad muy estrecha con el Ayuntamiento de Sevilla y estamos trabajando para desarrollar un vínculo similar con la Junta de Andalucía y con el Ministerio de Cultura.

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