Albert Boadella. Director teatral

"España es un enfermo en la UCI por los nacionalismos"

  • Este barcelonés ha conseguido que Els Joglars haya alcanzado estos días el medio siglo de vida. En su lucha antifranquista fue condenado por un presunto delito de injurias al Ejército por 'La Torna'.

-¿Asistió al funeral?

-No. No pude asistir al funeral provocado por los nacionalistas. La prohibición de los toros en Cataluña no es por preservar al toro, sino para preservar la especie nacionalista.

-A José Tomás, quien ofició en ese funeral, se le ha considerado como el mesías del toreo. ¿Los taurinos son una grey perseguida como antaño los cristianos?

-Todavía no hemos llegado a ello. No sé si llegarán al martirologio. Los antitaurinos se van convirtiendo en ciudadanos con desprecio a una mayoría de la población. Son la gente que me ha insultado con más saña. Y eso que he tenido insultos como para llenar un diccionario. Es un personal patológico que lo que plantea -perfectamente legítimo- lo hace de manera muy agresiva.

-¿Qué hará un aficionado catalán, como usted, si no vuelve a ver toros en la Monumental de Barcelona?

-Hace tiempo que me acostumbré a ir a otras plazas viendo lo que se avecinaba. Sobre todo voy a plazas de Francia, como Nimes, y a Las Ventas. En Barcelona, física y sentimentalmente, había desaparecido de mi paisaje.

-¿Quién o quiénes han aportado más para cargarse la Fiesta?

-Sin duda, algunos de esa nueva especie de nacionalistas, a partir de Jordi Pujol. Han inducido a odiar todo lo que tiene que ver con España. Como ignorantes que son han colocado los toros en el mismo saco, olvidando que en Cataluña los toros han sido muy propios. Y es que algo tan ignorante como un nacionalista es difícil de encontrar.

-En este medio vaticinó hace unos años la prohibición y que los aficionados catalanes acabarían yendo a Francia como en su tiempo algunos iban a ver las películas prohibidas en España...

- En el fondo, en Cataluña se encuentran malas imitaciones del antiguo régimen que se repiten. La historia son ciclos pendulares. Lo que están reproduciendo con la bandera en todas partes, incluso la llevan hasta en el baño, lo hizo el nacionalismo español en los 50. Al igual que con la bandera está sucediendo con el tema de la lengua.

-Joan Gaspart está interesado en erigir una Monumental en Andorra.

-Es ilógico porque allí no hay afición.

-En el destino del uso de la plaza se habla desde mezquita a centro comercial. ¿En qué puede acabar?

-Si respetan las paredes exteriores, lo mismo ponen un puticlub, que parece que es lo más rentable ahora en Barcelona. Lo mismo lo ambientan con hilo musical y pasodobles. Puede acabar en cualquier cosa ridícula e inimaginable.

-Tras esta estocada, ¿se siente autoexiliado de su tierra?

-Sin duda. Los toros habían sido la cuna de mi vocación teatral. Son las imágenes más impresionantes de mi infancia y me han quitado una parte física de mi memoria.

-A día de hoy, ¿qué latidos ofrece su pulso político?

-Sigo con UPyD de Rosa Díez. Lo esencial de este partido es conseguir la armonía territorial. De los dos grandes partidos me fío poco. Son dados al pasteleo.

-Rubalcaba (PSOE) y Rajoy (PP).

-A Rubalcaba lo conocemos todos perfectamente. Muchas de las cosas que tenemos que sufrir tienen que ver con él. Rajoy es de los gobiernos de Aznar. Habría que darle un margen de confianza. No creo que Rajoy supere el récord conseguido.

-Hace casi un siglo, Ortega y Gasset, en su España invertebrada (1921) advertía de la desarticulación del país por nacionalismos separatistas ¿En qué momento se encuentra el organismo? 

-España está en la UCI por los nacionalismos. Es un cuerpo muy mermado, en estado muy decrépito. Si no caminamos juntos, España desaparece en poco tiempo.

-Els Joglars acaba de cumplir 50 años. Balance y próxima meta.

-Mantener una compañía de estas dimensiones durante tanto tiempo es un récord tanto en España como en Europa. Hasta el momento, han sido 35 obras de creación propia. Todo eso es el activo más importante. En cuanto a la meta: resistir; ya que la situación económica y cultural de España está complicada.

-¿Qué es lo más duro para un creador teatral en nuestros días?

-La moda. Cada quince días hay un cambio de moda. Antes, el cambio era cada siglo o cada dos siglos, lo que suponía la estabilidad del artista y de su trabajo. Esto es un drama para el artista. Supone la imposibilidad de un trabajo profundo. Hay una voracidad patológica por la novedad compulsiva.

-¿Qué hace un asilvestrado como usted dirigiendo una red de teatros públicos?

-Es una paradoja. ¿Cómo es posible que Esperanza Aguirre me haya dotado de esta responsabilidad?. En principio es una gran oportunidad para practicar la libertad. La programación de los Teatros del Canal de Madrid es variada de estilos, contenidos y públicos. Quiero dar el teatro que busca la gente.

-¿Nunca le ha dicho qué debe programar?

-Nunca me ha dicho lo que debo hacer. Un día, me preguntó si habría zarzuela. Le dije que coincidíamos en ese gusto. Hice Amadeu, que ha sido una de mis mejores obras.

-Ahora representa con Els Joglars El Nacional en el Nuevo Alcalá ¿En qué denuncias sigue vigente ese texto del 93?

-Entre otras cosas, yo hablaba de músicos en el metro. Ahora ves músicos pidiendo por todas partes. Y sobre todo anunciaba que el gran teatro de ópera entraría en ruina. Ahora parece que se hundirá por el tema económico. Porque antes es el dinero para los hospitales. Ya hay recortes y habrá más en grandes teatros como el Liceo, el Real, el Maestranza...

-Me han informado de que radicará la empresa de su compañía en Madrid. 

-Se está haciendo en estos momentos. Cataluña no ayuda a los que hacemos teatro en castellano. No vamos a ser tan tontos de darles el dinero de los impuestos.

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