josé luis corral. historiador

"Los buenos gobernantes son los que sacrifican su vida en beneficio de todos"

-La novela empieza con la muerte de Isabel la Católica y acaba con la de Fernando, ¿por qué ha elegido este periodo?

-Como historiador estaba cansado de tanta manipulación. En Cataluña se han inventado una historia, pero en España también. Esa historia inventada pasa por decir que España se fundó poco menos que en los tiempos de los visigodos, y luego se refundó con la unión dinástica de los Reyes Católicos, y no es verdad. Es lo que nos han enseñado de pequeños, con el franquismo mucho más, pero cuando muere Isabel, esa misma tarde Fernando Católico deja de ser rey de Castilla. Es una época decisiva, un mundo no tan distinto, en el que se alcanza el poder mediante relaciones, intrigas, ambición, sexo de todo tipo (dentro del matrimonio y fuera), una época que además enseña lo que es este país. En un segundo plano, con la ficción, también quería contar la realidad de gente que tiene que renunciar a sus creencias para sobrevivir, aquí encarnada en una familia de conversos judíos.

-¿Qué cosas hemos de reprochar a Fernando el Católico?

-Juzgar desde una perspectiva de 500 años es fácil. Como persona le reprocho lo mal que trató a Juana. Maltrató también a su familia, utilizó a niños y niñas para su beneficio político, pero las cosas se veían de otra manera. Como político, tenía mecanismos para hacer un Estado más moderno, pero mantuvo los vicios de los estados medievales. Su hija Juana la Loca sí que era moderna, quizás por eso la consideraban loca.

-¿Cuál es la diferencia entre el Fernando que usted presenta y la versión que hemos visto o leído en otros lugares?

-Es un personaje muy manipulado. Para empezar, él era un verdadero Casanova, tenía varios hijos antes de casarse con Isabel y tuvo después muchas relaciones. Con los años, como iba perdiendo potencial sexual, se cargó de cantaridina, un vasodilatador. Murió prácticamente hecho una piltrafa a base de envenenarse con afrodisíacos.

-¿Es difícil documentar los sentimientos de otra época?

-La novela histórica tiene que ser verosímil, que no veraz. Cuando escribes una novela histórica tienes que saber captar el espíritu de los personajes de la época. Se consigue en parte por los documentos, pero están escritos al servicio del poder. Yo recurro mucho a la literatura de la época, leyendo el Lazarillo de Tormes, La Celestina...

-Parece que el que gobierna no elige lo mejor para su pueblo, algo que se daba y que se da en nuestros tiempos.

-La clase política en este tiempo es egoísta y pacata, en general, y cada vez más ignorante, se olvidan de lo esencial. El gran gobernante no es el que conquista más territorios, como Napoleón, que llevó a la muerte a una generación entera de franceses entre 16 y 50 años, 20 millones de personas murieron para la grandeur del emperador. Para mí los buenos gobernantes son aquellos que sacrifican su vida en beneficio de todos. Hay muy poquitos en el mundo, Nelson Mandela es uno, en España no se me ocurre ninguno.

-¿Las malas artes del poder son sólo características de España?

-De la humanidad. Lo que pasa es que en España se nos ha educado para nos ser críticos y los que lo han sido lo han pasado muy mal, han sido expulsados, asesinados... Es un pueblo muy inculto, que no lee, no se informa, ¿cuánta gente lee los periódicos?¿Tres, cuatro millones de personas, como mucho?

-Usted es además profesor de Historia, ¿a esta asignatura se le da el valor que merece?

-Todo lo contrario, ha sido relegada a una maría sin demasiada importancia. La Historia es maestra de vida, nos explica lo que somos por lo que hemos sido. En determinados ámbitos de Cataluña están manipulando la historia. Se crea una necesidad política ahora, que puede ser más o menos defendible, allá cada cual, y se proyecta en el pasado más remoto. Como queremos que Cataluña sea independiente nos inventamos que siempre ha sido independiente...

-Con los ojos del historiador ¿cómo se ve el actual panorama político?

-Con una falta de inteligencia considerable, con un egoísmo, como siempre, y sobretodo con una falta de altura de miras espectacular, o sea... todo como siempre. El otro día me quedaba atónito viendo a una serie de políticos en un espectáculo deportivo gratis total, ¿qué significa eso? Pan y circo. Es lo que se le hacía a la plebe romana, llevarla al circo para que estuviera callada. Nuestro sistema electoral es tramposo y no es democrático.

-¿Qué valores cree que se nos han olvidado y merecería la pena recordar?

-Un pueblo pierde la dignidad cuando pierde el horizonte de derechos humanos, y aquí lo estamos perdiendo. Hace unos meses salió este niño, Aylan, en las costas de Turquía, y todo el mundo se conmocionó, pero ya no pasa nada. Es una vergüenza que en Barcelona o en Madrid salgan 100.000 personas a la calle por una tontería absoluta y en cambio las cosas importantes no muevan casi nada.

-Si los políticos de ahora leyeran la novela, ¿cree que se verían reflejados?

-No creo que Rajoy la lea, a lo mejor el Marca sí, pero no creo que tenga la capacidad intelectual. Creo que los cuatro [candidatos] lo interpretarían bastante mal, no se verían reflejados en los personajes "más malvados", dirían "yo no soy así", ellos se ven estupendos.

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