-Ha vivido en Málaga y en Rusia, y reside en Marbella, ¿la Costa del Sol cada vez se parece más a Moscú?
-Lo están intentando y a veces se agradece porque no nos desagrada que inviertan en la Costa del Sol, pero nunca se va a parecer a Rusia. Hay muchos rusos, aunque algunos desaparecen, a otros los encierran, pero hay bastantes que son dignos y traen cosas buenas a Marbella y a la Costa del Sol.
-En la ceremonia en la que lo nombraron Hijo Adoptivo de Málaga, fue elegido Hijo Predilecto Chiquito de la Calzada. ¿Se ha atrevido a contar alguno de sus chistes en italiano?
-No, pero me hizo ilusión porque cuando llegué a España, Chiquito fue uno de los primeros que me hizo reír cuando empecé a entender el andaluz, que no es lo mismo que el castellano. Ya estaba algo mayor, tenía momentos de gran lucidez, brillantes, y otros en los que se perdía un poquito, pero fue entrañable
-Muchos jugadores europeos dominan en la NBA, ¿y los entrenadores?
-Es diferente porque el talento reconocible es el de los jugadores. Ellos buscan talento inmediato. Es parecido a lo que pasa con la selección de fútbol. Nadie cree que puede ser jugador y todos piensan que pueden ser seleccionador. Un americano dirá: "Lo que hacen ellos lo podemos hacer perfectamente nosotros". Igual tienen razón, pero bueno, cada uno tiene su punto de vista.
-En las concentraciones de la selección española, ¿se habla de política?
-No, casi nada, muy poco. Y menos ahora. La política no tiene tendencia a unir, y menos ahora, y no es precisamente lo que hace falta a un equipo que pretende serlo.
-Ha ganado con España tres oros continentales y una plata y un bronce olímpicos, ¿no lo ha llamado la Federación Italiana?
-Varias veces, pero es como si estás en Golden State y te llama Orlando. Son buenos sitios los dos, pero a nivel profesional es otra cosa.
-Insiste un hincha en que le pregunte: ¿de verdad no rinde mejor la selección cuando los Gasol no juegan juntos?
-(Risas) Para gustos... Yo me quedo con los Gasol, vamos a dejarlo ahí. Dígale a su amigo que tampoco ha dicho ninguna herejía, aunque si nos faltan en el equipo todos los cuatros...
-¿Quién es el jugador más inteligente que ha tenido?
-Fuera del campo quizás Pau Gasol y Pepe Sánchez. Dentro han sido muchos.
-Su hijo Alessandro compite en las categorías inferiores del Unicaja y de la selección española. ¿Le pesarán los apellidos?
-No, ya lleva muchos años con esto. Ha elegido el camino de evitar interferencias, aunque su madre sea bastante más intensa que yo. Él quiere hacerlo todo solo y me parece bien.
-Siendo de Brescia, lombardo, estará familiarizado con los nacionalismos.
-Es un nacionalismo muy soft, con alguna decepción puntual contra el poder central o a veces por el exceso de inmigración. El que huele el negocio invierte en eso, pero no es comparable a lo que pasa aquí.
-Hay ex presidentes federativos investigados. A la espera de las sentencias, ¿ha habido demasiada corrupción en el deporte?
-El deporte es como la vida, como la sociedad. Sigo pensando que ha habido menos corrupción en el deporte que en otros ámbitos, pero tampoco podemos presumir de estar ajenos; ahora bien, hasta que un juez no emita una sentencia firme, definitiva e inapelable, sería prudente no hablar de corrupción. Sobre todo puedo decirlo por el contacto directo que he tenido con José Luis Sáez -ex presidente de la FEB-. Vamos a ver cómo termina la historia.
-El entrenador de la Ternana se quejó, cuando Italia se quedó sin ir al Mundial de fútbol, de que los centrales italianos ya no pegan. ¿En baloncesto echan de menos a Meneghin?
-Echan de menos a todos. La selección no tiene grandes jugadores, buenos sí hay, pero la diferencia la marcan los grandes.
-¿Tanto pierde los papeles cuando juega el Inter?
-No, porque no soy una persona con tendencia a perderlos, pero sí me emociono y sufro, eso mucho.
-¿Fue uno de los días más felices de su vida ver en directo en el Bernabéu el título de la Champions en 2010 tras un viaje relámpago Moscú-Madrid-Moscú?
-Totalmente. Feliz viendo el partido, durante el viaje algo menos. Esos 90 minutos fueron inolvidables, una experiencia superior.
-Si no le llega a dar permiso el presidente del Khimki...
-Igual era el presidente quien me tenía que pedir permiso a mí para ver el Spartak. En serio, allí hay consideración para la figura del entrenador.
-¿Con quién va en un España-Italia de fútbol?
-No lo veo con los ojos del forofo. No tengo preferencia ni sufro.
-¿Es más un sinsentido que los niños de Málaga no pudieran jugar al baloncesto en los colegios por el exceso de ruido o las ventanas de la FIBA?
-Lo primero.
-¿Usó armas de seductor italiano para conquistar a su esposa, la ex jugadora Blanca Ares?
-No quiero ponerla en un compromiso, pero la que tiró el anzuelo fue ella. Escribía en la revista Gigantes e hizo una columna sobre el nuevo entrenador del Tau, que era yo, diciendo que si la gomina y tal. Luego nos presentó formalmente Juanma Rodríguez (ex director deportivo del Unicaja) en el Martín Carpena.
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