Aíto García Reneses | Entrenador de baloncesto

"De Alemania copiaría la educación"

Aíto García Reneses

Aíto García Reneses / M.G

Todos en pie al escuchar el nombre de Aíto García Reneses (Madrid, 1946), una eminencia en el baloncesto que vuelve a impartir su cátedra en la Liga ACB ras fichar por el Girona.

–¿Está de enhorabuena usted o la ACB por su regreso?

–Vamos a esperar que nos vaya bien a todos: a la ACB, al Girona y a mí.

–Vuelve a ser técnico costero tras pasar por Berlín.

–Sí, Barcelona, Badalona, Málaga, Gran Canaria...

–Y Sevilla tiene un gran río, el de Berlín no lo sé.

–También grandecito y con varios canales. Sevilla tiene dos y éste cuatro o cinco.

–Rebata el tópico de que los alemanes hacen todo bien.

–Todo no, pero muchas cosas sí son dignas de copiarse; por ejemplo, la educación: de los jugadores, de los entrenadores, de las directivas, de los árbitros y del público. Si el equipo lucha, gane o pierda, el público siempre anima, es fantástico.

–¿El Aíto jugador habría sido titular con el Aíto entrenador?

–Quizás le hubiese enseñado a hacer algunas cositas. ¿Titular? Depende de cómo las hubiera aprendido.

–Va para 76 tacos y es muy vitalista. ¿El secreto es...?

–Encontrarte bastante bien y tener entusiasmo por lo que haces.

–Pellegrini cumple 69 el 15 de septiembre. ¿Algún consejo de veterano?

–Ninguno, seguro que él ya sabe lo que tiene que hacer.

–¿Coach, se nos ha ido de las manos el coaching?

–Algunos lo hacen de cara a la galería y otros sí ayudan a la gente a centrarse, a asentarse y encarar lo que tienen que hacer.

–¿Faltan mentores en el deporte y en la vida?

–No, a mucha gente le gusta apadrinar a otros y es bueno porque el sujeto en cuestión se siente bien.

–Marc Gasol, de los Lakers a presidir y jugar en el Girona. ¿Está en sus cabales?

–Tuvo una carrera exitosa en la ACB, en el Girona, donde dio un gran salto adelante. En la NBA hizo muy buenas actuaciones y en los últimos años, por su rol y el tipo de equipo, estaba menos motivado. Ha vuelto, ha subido con el equipo y esperemos que se sienta motivado para retomar al mejor Marc.

–¿El baloncesto sin juego interior pierde gracia?

–Mucha. En la NBA, la mayoría de equipos suben andando, hacen un pase o dos o ninguno, alguien juega un uno contra uno y tira un triple o entra y lanza o saca el balón para un tiro. Muy pocos equipos juegan interior. Y hay que recuperarlo porque el baloncesto es mucho más completo con el juego interior. Pero no es fácil porque los jugadores tienen el hábito de jugar exterior y del pick&roll y el pick&pop. No se busca esto otro. Hay muchos exteriores con calidad pero tienen que aprender a pasar a los interiores.

–El compañero Pepe Izquierdo quiere que le pregunte por Andrés Jiménez. A ver si tiene usted la culpa de que no se juegue por dentro al ponerlo a él de tres o cuatro abierto...

–Lo puse, pero es diferente porque él de tres o cuatro abierto era capaz de jugar en posiciones interiores también. Desequilibraba mucho más de tres que de cinco, que es como empezó.

–Dirigió la final de Pekín 2008, el partido más emocionante de la historia del baloncesto olímpico desde que EEUU juega con profesionales. Otra muesca...

–Fue para sentirse contentos. Jugamos una buena final contra un equipo que era muy bueno, no como el del último torneo que ganó, que no tenía ni muchísimo menos el nivel de Pekín.

–¿Con qué colega tuvo inolvidables charlas: Gomelski, Ivkovic, Popovich...?

–Con Gomelski poco, no hablaba inglés ni ningún idioma que yo dominase, pero me ofreció una vez entrenar en Moscú. Con Popovich estuve en San Antonio viendo entrenar a los Spurs, hablamos mucho y fui muy bien acogido. Ivkovic, al principio, no quería que yo diera un clínic en Serbia, pero vio mi trayectoria y estuvo encantado, fui a su casa y todo.

–¿Le habría gustado entrenar en la NBA?

–No. Para ir a la NBA hay que integrarse y ser primero entrenador de college o universitario, después ayudante en un equipo y luego dar el salto. Hacen falta muchos años y yo disfrutaba aquí con lo que hacía.

–¿Cuántos partidos lleva?

–No los tengo contados. Algunos sólo suman ACB, pero entrené 10 años al Cotonificio en Primera, selecciones, minibásket... Muchos.

–¿Qué le envidia al fútbol?

–No mucho. Tiene su influencia y gran aceptación popular, como la ha tenido el baloncesto y ahora hay que recuperar eso porque tras la pandemia también la gente se ha desacostumbrado a verlo. Nuestro deporte sólo tiene que ser tratado bien por los medios, sobre todo por las televisiones.

–Fomenta que los jugadores lean el juego y elijan la mejor opción. ¿Quiere entrenar a los políticos?

–No, quiero entrenar a jugadores y no es tan fácil. Una cosa es hablarlo y otra reconocerlo en el campo. Para eso los jugadores tienen que tener fundamentos y también cabeza, formarse intelectualmente para leer el juego, ser mejores personas, llevarse mejor con sus compañeros, con sus rivales, con sus entrenadores, con los árbitros. Y ese trabajo muchas veces se olvida, ser bueno no sólo en técnica, también mentalmente.

–En la foto sale con un vino del Priorato. ¿Se enfadarán los de Ribera y los de Rioja?

–No, tengo de los otros.

–¿Le costó dejar los caramelos Viuda de Solano? Yo diría que son adictivos.

–La boca se me seca y necesito beber mucha agua o tomar caramelos: Viuda de Solano antes, Halls ahora...

–Alguien que estudió, aunque no acabó, Ingeniería de Telecomunicaciones estará encantado con las posibilidades que ofrecen las tecnologías.

–Lo estuve. Fui pionero en cosas como un programa de ordenador que traje de EEUU para grabar partidos. Me gustaba, pero ya me dedico más al baloncesto.

–"Mis hijos son todos los jugadores que he tenido. Cientos". Lo inflarán a regalos en Reyes, ¿no?

–No, no, me inflan por el buen recuerdo que tienen de mí, incluso los que refunfuñaban por jugar poco, y yo de ellos; eso es fantástico.

–Por su cameo en La familia y uno más hace 57 años quizás le propongan salir en Padre no hay más que uno de Santiago Segura.

–Tendrán que maquillarme como si estuviese mucho más calvo, como él...

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