Eva Soriano, cómica: “Un chiste no puede costarte la carrera”
Presentará mañana, sábado 11 de octubre, su espectáculo 'Disfrutona' en Sevilla (Cartuja Center CITE)
Eva Soriano (Reus, 1990) es una de las cómicas más conocidas del panorama nacional. De personalidad desvergonzada, mente inquieta y espíritu creativo, Soriano es una bala a la hora de contestar. Mañana sábado 11 de octubre, estará en Sevilla (Cartuja Center CITE) con su espectáculo Disfrutona. Un monólogo que funciona como una “crítica ligera” sobre el momento vital que atraviesan los treintañeros como ella. Humor para tiempos de crispación.
Pregunta.Define Disfrutona como "un ejercicio introspectivo de una persona ridícula hablando de temas que no tiene ni idea". Un buen reclamo.
Respuesta.Hablo mucho de lo que me pasa en la vida, de mi momento vital y de cómo estoy. Disfrutona habla de cuando llegas a los treinta y tantos y, de pronto, empiezas a hacer balance de todo tomando conciencia de ciertas cosas. Es una crítica ligera sobre el momento que estamos viviendo los millennials.
P.¿Cómo es?
R.Terrible. Nos prometieron que íbamos a tener la vida de nuestros padres y no tenemos ni un colchón donde caernos muertos. Lo cuento desde una perspectiva muy concreta que es la mía. Es una narrativa muy subjetiva.
P.Estamos poco disfrutones últimamente.
R.Estamos en un momento un poco efervescente a nivel general. Todos estamos muy iracundos y tenemos muy mal humor. Para mí ser disfrutona o disfrutón es una forma de vivir. Hay problemas pero, al final, el cómo te los tomes y desde la perspectiva en que quieras cogerlos es lo que marca la diferencia. Puedes estar harto de todo, pero dices: mira, ya está, voy a quitarle hierro al asunto y voy a tirar para adelante.
P.El término es muy millennial.
R.Es muy nuestro, pero creo que es bastante descriptivo. Somos una generación que está ansiosa de experiencias y queremos que nuestras vidas se llenen de emociones. Al contrario que, por ejemplo nuestros padres, mucho más enfocados en trabajar, tener una familia, un coche y cosas materiales.
P.Ha afirmado que "en España tenemos poca capacidad para vernos de forma irónica". ¿Somos un poco maricomplejines?
R.Mucha gente tiene la capacidad de ver las cosas de forma irónica, porque hay algo muy español que es sacar 50.000 chistes de un problema. Pero sí que es verdad que la gente le da demasiada importancia a las cosas. Si nos tomáramos un poco menos en serio y nos dejáramos llevar, seríamos mucho más felices en general.
P.¿Es peor dar con una persona que no tiene humor o con un cuñado?
R.Creo que con un cuñado. El que no tenga humor, pues bueno... puedes vivir con ello. Pero un cuñado que todo el rato te esté metiendo cosas, cada vez más casposas, y tú tengas que decir: no, esto igual ya no, y que luego se intente justificar y tener que luchar... Es peor un cuñado, sin lugar a dudas.
P.En el monólogo interactúa con el público. ¿Es la nueva fórmula del éxito de los humoristas?
R.Mi espectáculo tiene una estructura y un texto. Dentro de toda esa estructura tiene cabida para interactuar con el público. Parte de hacer monólogos es conectar con tu audiencia. Siempre lo he hecho y mi público es importante, pero no considero que sea un monólogo en el que la gente tenga que interactuar. Es un ejercicio de egocentrismo de mi persona. Me gusta mucho improvisar, pero necesito esa parte en la que cuento una historia porque es mi forma de hacer comedia.
P.¿Tiene líneas rojas?
R.Cada vez menos, porque creo que me estoy haciendo más vieja. Cuanto más mayor me hago, más me la suda todo. Como vengo de muchos años de cancelaciones por cosas chorras y por tonterías, intento filtrarme lo menos posible. Sí que es verdad que creo que hay un tiempo para hacer bromas y algunas, dichas demasiado pronto, son de mal gusto. No debería haber límites, pero las cómicas y los cómicos tenemos esa capacidad crítica de decir: bueno... esto aún rasca un poco. A partir de ahí, no es que te censures, sino que crees que en ese momento no es una broma adecuada. No significa que no se pueda hacer, sino que hay que darle el tiempo suficiente como para que sea graciosa.
P.¿Alguna vez se ha visto en un aprieto por su humor?
R. Hago un programa de radio diario de cuatro horas. Me han pasado 200.000 tierras trágame. No te podría nombrar ninguna en concreto, porque es todo el rato. Además, tengo una peculiaridad. No tengo la retentiva de elaborar un pensamiento y soltarlo. Todo lo que pienso, lo digo incluso antes de procesarlo. Con lo cual, tú te sorprendes, igual que yo, de lo que acabo de decir.
P.¿La comedia se está viendo obligada a pasar por el filtro de TikTok?
R.Decirte que no sería mentira. Todo ha formado parte de un proceso. Las redes son lo que son y tú, como cómica, tienes que adaptarte un poco. El hecho de, a través de TikTok o de Instagram, llegues a una audiencia mucho más amplia ayuda a que la gente te venga a ver. Para mí son herramientas.
P.Como profesional, ¿qué opina de todo lo que está sucediendo en Estados Unidos con los despidos de referentes del humor como son Stephen Colbert y Jimmy Kimmel?
R.Lo que está pasando en Estados Unidos no es más que un síntoma de la situación que tienen ellos en general. Desde la absoluta ignorancia, porque para tener una opinión formada sobre algo debes tener todos los datos, el resultado es bastante triste. Un chiste no puede costarte la carrera. No solamente pasa en Estados Unidos. En España también vivimos con esto detrás de la oreja. No es ni el primer ni el segundo caso de cómicos que dicen un chiste que no se adecúa con una línea política y dejan de trabajar.
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