Zhirard Garibyan | Entrenador de boxeo

"No hay política en mi ring"

Zhirard Garibyan en su gimnasio del barrio sevillano de la Macarena.

Zhirard Garibyan en su gimnasio del barrio sevillano de la Macarena. / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

Zhirard Garibyan (Ereván, Armenia, 1969), más conocido como Edu, llegó hace 15 años desde Rusia y con mucho esfuerzo ha construido, en pleno corazón del barrio sevillano de la Macarena, un refugio para el boxeo clásico. Logró convertir en campeón de España a su hijo y ahora lo intenta con los púgiles más jóvenes. "El gym es un lugar justo. Aquí no importa si eres rico o pobre, grande o pequeño, hombre o mujer, pudiente o humilde. Aquí sólo importa el trabajo duro y los sacrificios que tendrás que hacer para lograr tu meta. Aquí obtienes lo que mereces. Ni más ni menos". Así describe su filosofía.

–¿Cree que tiene mala fama el boxeo?

–Mala fama tiene para la gente que no sabe de boxeo. Para mí es el mejor deporte del mundo. Es un deporte completo, clásico.

–¿Es apto para todo el mundo?

–En mi gimnasio tengo niños desde los 5 años a un hombre con 86. El boxeo no tiene edad. Sirve para aprender a defenderse, pero también para problemas de agresividad. Hay casos como el de Manuel el Gorila, que ha tenido cáncer y perdió su pierna, pero gracias al esfuerzo y a su lucha en unos años podría ir a las paraolimpiadas. También está José, que creo que es el único boxeador ciego en el mundo, no he encontrado a otro como él. José es un gran ejemplo para muchos y en todos estos casos, el boxeo se ha convertido en fundamental para ellos. La puerta de mi gimnasio está abierta para todo el mundo.

–Pese a tener referentes como Javier Castillejo o Pedro Carrasco, entre otros, ¿por qué en España el boxeo es un deporte tan minoritario?

–España es un país donde el boxeo no es mediático, sólo ves en televisión fútbol, baloncesto, Fórmula 1 o tenis, cuando el boxeo no es el peor deporte para la gente. Antes en España había más combates que se retransmitían, ahora no sale nada en canales genéricos. En otros países sí, los puedes ver en directo, la gente se reúne para ver los combates y al público le gusta. Pero aquí parece que creen que es un deporte agresivo y no le dan proyección.

–Acaba de estrenarse como entrenador de la Selección de Andalucía de Boxeo, ¿qué tal está la cantera de púgiles andaluces?

–Son los mejores. No lo digo yo, cada año siempre nos traemos copas para Andalucía. Este año he ido como técnico de la selección andaluza y nos hemos llevado la copa de España júnior en categoría femenina y la de joven en masculino, y estoy orgulloso de mi equipo, han hecho un gran trabajo. Insisto, los andaluces son los mejores boxeadores. No sé por qué luego no pasan a la selección o a la élite, pero de jóvenes son los mejores de España.

"Antes en España había más combates que se retransmitían por televisión, ahora no sale nada"

–¿Qué diferencias ve entre el boxeo español en comparación con otros países?

–Conozco bien el boxeo de Rusia, Armenia o en Kazajistán; en cada lugar he aprendido de sus escuelas. Veo que en países como Rusia, Ucrania, EEUU, Inglaterra, Alemania… los niños empiezan desde pequeños. Y creo que España tiene que hacer lo mismo, un boxeo sin contacto al principio. Lo importante es empezar a crear esa base desde niños.

–¿Cómo un boxeador ruso acaba regentando un gimnasio en pleno corazón de Sevilla?

–Por mi madre. Quiero mucho a mi madre y cuando ella decidió vivir en España, dejé mi vida en Rusia y nos vinimos toda la familia a empezar una vida de cero. Pero desde el primer día fui a todos los gimnasios a contarles que tenía experiencia olímpica y cuento con 187 combates como boxeador. Me ayudaron varias personas que vieron lo que yo sabía. Mi compañero David siempre me ha estado apoyando, también Antonio El Bigotes me dio trabajo y me enseñó como se respira el boxeo aquí en España. La familia del boxeo somos gente muy humilde.

–Para usted su gimnasio es su familia

–Mi gimnasio se llama Family Gym pero es más que una familia. Si alguno de nosotros tiene algún problema, nos ayudamos entre todos, siempre juntos. Mucha gente me dice que como mi gimnasio no existe otro. Lo sienten como su propia casa.

–Su ring le ha cambiado la vida a más de un joven

–Problemas tiene todo el mundo, pero hay problemas muy graves. He tenido a niños con muchos problemas; sus padres venían a hablar conmigo porque no sabían qué hacer, y a alguno de ellos lo he hecho campeón de Andalucía. Ellos se encuentran aquí con otro tipo de amigos, con disciplina y piensan en hacer una carrera en el boxeo. Hay gente que viene a competir, otros que lo hacen para mantenerse en forma, otros para saber defenderse… Los niños que vienen de la calle poco a poco dejan todo atrás, van creciendo, se sienten orgullosos y empiezan a darse cuenta de las amistades que tenían y prefieren a sus amigos del deporte, porque son de verdad.

Garibyan junto a sus hijos, Artemio y Arsen. Garibyan junto a sus hijos, Artemio y Arsen.

Garibyan junto a sus hijos, Artemio y Arsen. / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

–Su familia participa en distintas competiciones, ¿es un estigma ser un club ruso en estos tiempos?

–Sí, no tanto, pero sí. No todos los españoles son iguales, lo mismo que no todos los rusos somos iguales. Sí he notado que ciertas cosas no son como antes. Nos miran de otra forma, a veces no dicen que somos culpables de lo que está pasando y no entiendo por qué piensan así. Hace poco, en un combate que tuvo mi hijo, se negaron a televisarlo sólo por el hecho de ser un boxeador ruso, por política del canal. Me han llegado a decir que iban a quemarme el gimnasio… Pero qué culpa tenemos nosotros. En mi gimnasio hay gente de todos lados, hay ucranianos que entrenan conmigo. No voy a cambiar el nombre de mi gimnasio, como me han dicho, lo he construido con mis manos y me duele esta situación.

–¿Cree que la política se mete en exceso en el deporte?

–Demasiado, y no lo veo bien. La política y el deporte son cosas diferentes. No veo bien que no dejen competir a deportistas rusos, ni siquiera a los paralímpicos. Toda la vida entrenando y ahora no pueden competir sólo por su nacionalidad. Mi gimnasio es la selección del mundo y todos conviven juntos y felices. No hay política en mi ring.

–Sus hijos han seguido sus pasos.

–Sí, mi hijo Arsen fue campeón de España y ahora es boxeador profesional. Lleva nueve combates con seis KO. Voy a intentar que por primera vez Sevilla acoja el Mundial. Gracias a mis hijos, Artemio y Arsen, hemos fundado este gimnasio.

–Para terminar, ¿quién es para usted el mejor boxeador de la historia?

–Si hablamos de la historia, sería Mohamed Ali, sin duda, pero también me gustan Roy Jones y Vasyl Lomachenko; para mí son los mejores de la categoría y de la historia.

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