La Vecina Rubia. 'Influencer'

"Cualquiera podría ser la Vecina en algún momento de su vida"

La Vecina Rubia.

La Vecina Rubia. / M. G.

La Vecina Rubia es, paradójicamente, el personaje anónimo más conocido de las redes sociales: 2,8 millones de personas la siguen en Instagram. Tras el éxito de su primera novela, acaba de publicar Contando atardeceres (Libros Cúpula), que supone un firme paso hacia adelante en su carrera literaria con una historia llena de matices, humor y, sobre todo, sentimientos al más puro y original estilo de esta autora.

-La cuenta atrás para el verano narra el paso de la adolescencia a la madurez. ¿Contando atardeceres es la secuela?

-Todas las edades dan pasos hacia la madurez, no existe un solo camino, sino pequeñas experiencias que van sumando. No importa si tienes 6 o 30 años; hay momentos que se convierten en pequeños reveses o alegrías que se incorporan a tu currículum de experiencias vitales. A los 15 puede ser la ilusión del primer amor y más adelante el dolor de perder a un padre. La cuenta atrás para el verano era una retrospectiva de esas experiencias que marcaron a los personajes desde la adolescencia y que en Contando Atardeceres, a los 30, siguen en ese camino, enfrentándose a nuevos retos. La historia sigue donde la dejamos, pero el viaje va a ser diferente.

-Su primera novela ha tenido una grandísima acogida. ¿Cómo afrontó este segundo relato?

-De la misma manera que lo hacen los personajes, poniéndome de nuevo en su lugar, en mi lugar, porque si algo he intentado hacer reconocible en ambas novelas es identificar a las lectoras con aquello que para mí son experiencias de vida reales y que generan esa empatía e identificación. Para ello era importante dar un pasito más en la estructura, añadir ese oficio de escritora y seguir trabajando con un estilo transparente y directo, hacer de mi historia su historia.

-¿Cuánto de autobiográfico hay?

-Cuando me hacen esta pregunta siempre sonrío, porque en muchas ocasiones ni yo misma podría decirte un porcentaje. Siempre pongo el mismo ejemplo: Contando atardeceres es como cuando una abuela le narra un cuento a su nieta. Lo va leyendo pero de vez en cuando se sale del relato para contarle alguna pequeña anécdota de su vida, enriqueciendo el cuento. Como escritora voy narrando una historia, de la que a veces me separo para mostrar algo muy real de mi vida, pero descubrir cuáles son esos momentos lo dejo en manos de cada persona.

-¿Cómo ha cambiado la protagonista?

-Nuestra protagonista se muestra más reflexiva con las experiencias vividas, con los valores que la amistad le ha aportado hasta los 30 y la necesidad de encontrase. Lo interesante es que, a pesar de mostrarse más sólida y prudente, no hay madurez posible que afronte aquellas experiencias que te ocurren por primera vez, y ése es el verdadero valor del continuo cambio, que siempre hay retos nuevos. El personaje tiene las herramientas para afrontar la vida, pero no todas las situaciones, y ese acompañamiento hace que te identifiques con ella y hagas tuya su experiencia.

"Reinventar los clichés desde el humor fue un mensaje para poner de relevancia que los tópicos son sólo eso"

-Temas como la amistad, el amor... centraban su primera novela. ¿Cuáles son los ejes de esta segunda obra?

-La amistad y el amor son ejes centrales de la vida en todas sus expresiones. Siempre he querido ser muy transparente con mi estilo, dejando de cada experiencia un poso con sabor de aprendizaje. La novela viaja de nuevo por la amistad y el amor como ejes centrales, pero también por la incertidumbre, el dolor, la alegría, el miedo, la enfermedad, el desconcierto, la madurez, la rabia… dándole a conceptos tan generales una dimensión más profunda.

-¿Cree en el destino, como la protagonista?

-Para mí, el destino es un como un símbolo que por sí solo no significa nada, pero en el momento en el que una persona le da valor, adquiere todo el significado y fuerza. Una canción que sonaba el día que conociste a una persona especial no deja de ser una canción, pero el destino quería que sonara en ese momento y eso hace que forme parte de ti para siempre con mucha más fuerza.

-¿Cómo explica su éxito como influencer anónima?

-Quiero creer que, a pesar de encontrarnos en un momento en el que parece que el continente es más importante que el contenido, el mensaje sigue siendo más importante que el mensajero. Sigo pensando que son las palabras las que inspiran, las que tienen el poder de evocar. Conocer a la persona es importante, sin duda, pero conocer lo que piensa lo es más y esto es algo que creo que conmigo se ha aceptado, valorado y respetado.

-¿Se plantea abandonar ese anonimato?

-Creo que al final la gente ha entendido que poco puede importar la mujer que está detrás de la pantalla. Lo importante es que cualquiera podría ser la Vecina Rubia, con lo cual, mejor quedarnos con el mensaje. Fíjate en el autor o autora del Lazarillo de Tormes, el tiempo que lleva en las sombras…

-¿Cómo le gusta que definan a la Vecina Rubia?

-Más que definir, me gusta pensar en cómo sienten a la Vecina Rubia y cómo les hace sentir. Cualquiera podría ser la Vecina en algún momento de su vida y ese momento nos define a todas.

-"Madrugar es de guapas" y "tengo pelazo y cerebro debajo" son algunas de sus expresiones más conocidas. ¿En el origen de su perfil estaba desmontar clichés?

-Así comenzó el perfil, con un toque de humor centrado en estereotipos sobre las rubias. Para mí, reinventar ese cliché desde el humor, nunca desde la confrontación, fue un mensaje claro para reírnos de nosotras mismas y poner de relevancia que los tópicos no son más que eso.

-¿Necesitamos más rosa y brilli brilli para afrontar el día a día?

-El rosa y el brilli brilli son dos maneras de enfocar la vida. Yo lo hago de esta manera y, si con ello consigo sacar una sonrisa o mejorar el día de alguna persona, bienvenidos sean entonces el rosa y el brilli brilli.

-¿Con qué palabra o expresión le gustaría que los lectores resumieran Contando atardeceres?

-La vida. Sin más.

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