Maruja torres. periodista, escritora

"Con el primer sueldo llevé a mi madre a ver 'El último cuplé"

-Un andaluz en Cataluña.

-Ocaña. Lo conocí cuando vendía perfumes por las Ramblas.

-El Barça ha fichado a un vampiro...

-No soy futbolera.

-¿No ha oído hablar de Luis Suárez?

-El Barça tuvo otro Luis Suárez que tenía fama de play boy.

-¿Es puro Licor 43?

-Es mi año. La misma generación que Mick Jagger, Serrat y Julio Iglesias.

-Conoce la foto de Juantxu Rodríguez a Borges y Torrente Ballester en el hotel Doña María...

-Era un gran retratista. Fuimos juntos a Panamá y lo mataron en las navidades de 1989.

-¿Y si la bala le hubiera dado a usted?

-Eso era imposible. Los fotógrafos siempre se arriesgan más que los plumillas. Son más valientes, más inconscientes y se creen que la cámara les protege. Los periodistas nos metemos debajo del coche, aunque allí también disparaban.

-En su libro Diez veces siete habla de Mónica García Prieto, viuda y esposa de corresponsales de guerra...

-La mejor noticia del libro es que a Javier Espinosa lo liberaron antes de acabarlo. Yo le cogí manía a las películas infantiles porque iba siempre con ellos al cine, una vez cada uno porque se turnaban, con su hijo Yeray. La última que vimos fue Alicia en el país de las maravillas de Jonny Depp. Con Javier, Mónica estaba en Siria o en Iraq.

-El día que gana el Planeta (16 de octubre de 2000), ETA asesinó al doctor Muñoz Cariñanos. ¿Lo recuerda?

-Llegamos de promoción a Zaragoza en noviembre de ese año. Iba en el coche con Salvador Compán, que fue finalista, y con Alba Fité, de Planeta. Llamó la mujer de Compán para decirle que ETA había asesinado a Ernest Lluch.

-¿Qué periodismo falta?

-Hay un hueco para la sátira política y la irreverencia. La transición se cargó revistas como Por Favor. Los dibujantes se pasaron a los diarios.

-Barcelona ha perdido a Ana María Moix y Ana María Matute...

-La noticia de la muerte de Matute me cogió en Bilbao, tapada por la imputación de la Infanta. Lo que me pedía el cuerpo era llamar a Ana María Moix. Fue quien me dio a leer Pequeño Teatro. Cuando murió Ana María Moix me quedé un mes bloqueada. Ese día perdí la adolescencia.

-¿Su rey favorito era Manolo V el Empecinado?

-Manolo Vázquez Montalbán era mucho Manolo. Su intención era que no volviera Carvalho, pero no sabía que se iba a morir.

-¿Y el nuevo Rey?

-Felipe VI se pasó diez minutos hablando bien de mí cuando me dieron el premio Cuco Cerecedo. Un año antes se lo dieron a Raúl del Pozo y alguien dijo que a ese paso el año siguiente sería a Pasionaria.

-¿Cómo está Barcelona?

-Ensimismada en su historia de la independencia, tranquila, bastante bonita. Estoy con Ada Colau y su Ganemos Barcelona para desalojar a la derecha, que allí no es el PP.

-¿Qué le dio Fotogramas?

-Todo. Estuve dos años en la prensa del Movimiento, pasé por Garbo y en Fotogramas Elisenda Naval me dio el mejor consejo: escribe tal como hablas. Ella descubre a Rosa Montero, Sol Alameda, Vila-Matas, es la que anima a Terenci Moix a escribir de cine.

-Trabajó en El País y Diario 16, rotativos del 76.

-Juan Tomás de Salas me llamó para Cambio 16 y me pidió una columna en Diario 16. Me decían Jesucristo, porque estaba entre Ussía y Jiménez Losantos.

-¿Conoce a Susana Díaz?

-La vi en la procesión del Cristo de la Legión. Me parece animosa, eso sí. No creo que sea un insulto.

-Siete décadas prodigiosas. 10 años en el 53.

-Vivía en el Barrio Chino. Un año antes hice la primera comunión. Con 14 años empecé de aprendiz en unos grandes almacenes. Llevaba botijos, afilaba lápices, ponía en orden los albaranes. Con el primer sueldo llevé a mi madre a ver El último cuplé.

-Veinte años en el 63. Muere Cernuda, Juan XXIII, Kennedy... ¿Se notaban cambios en el país?

-El cambio llegó con el Opus y los laureanos. La muerte que me marcó fue la del Che. La no-muerte, le decía a mi madre que las fotos eran falsas.

-Treinta años en el 73. Atentado contra Carrero.

-Me enteré del atentado en Radio Barcelona con Mr. Belvedere. Salí a la calle con los cascos puestos esperando ver los tanques.

-En el 83 expropian Rumasa tres meses después del triunfo socialista...

-El periódico me mandó a las tiendas de Loewe, Mallorca, barrio de Salamanca. Empiezan los cursos de la Magdalena. Llegó Susan Sontag y las telefonistas no sabían qué hacer porque el rector estaba enseñándole el palacio a Julio Iglesias. Me la llevé a cenar cocochas y percebes.

-92-93. ¿La Expo o las Olimpiadas?

-En abril y mayo de 1992 hice un viaje en tren para el libro Amor, América desde Neuquén hasta Nuevo Laredo. Terminé con las cervicales destrozadas.

-¿Estuvo en Hollywood?

-Cubrí cinco ediciones de los Oscar. En la de Belle Epoque hubo un pequeño terremoto, pero Carmen Rico-Godoy, la mujer del productor, cogió su vaso de champán y nos fuimos las dos a hacer pipí con el movimiento de tierra.

-¿Dónde le coge el 11-S?

-Colaboraba en un programa de Julia Otero y me llamó por lo que yo sabía del mundo árabe.

-¿Y el 11-M?

-En un hotel de Serrano en Madrid. En la promoción de mi libro Hombres de lluvia. Había quedado para entrevistar a Victoria Abril. Fui a los barrios. En El País en la misma página salieron mi firma y la de Jordi Pujol. Dos catalanes hablando de Madrid.

-2010. ¿El gol de Iniesta o el Nobel de Vargas Llosa?

-De ese Mundial me interesó la narrativa dramática de los penaltis. A Vargas Llosa lo admiro como escritor, disiento de sus opiniones políticas pero lo respeto porque no engaña.

-¿Entrevistó a Rajoy?

-Con los políticos he tenido poco contacto. Son como las folclóricas. No tienen nada que decir o no quieren decirlo. Salvo excepciones como Lola Flores, que sí hablaba y era muy asequible. Lolita es tuitera mía. Me encantó la versión que hizo de El meu carrer (Mi calle) de Serrat. Le da un punto charnego.

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