Sobria y contundente se mostró ayer la ministra de Defensa, Carme Chacón, al asumir su nueva cartera movida, según dijo, por su "amor a una España unida y diversa". En un acto lleno de protocolo castrense, Chacón pareció dispuesta a borrar cualquier atisbo de duda que su condición de mujer o de catalana pudieran despertar e hizo un discurso muy pragmático, con varias referencias a la integridad territorial, y que concluyó con su primera orden, un "capitán, ¡mande firmes! Digan conmigo: ¡Viva España, Viva el Rey!".

La nueva titular de Defensa, que al inicio de la ceremonia dejaba traslucir ciertos nervios por mantenerse totalmente firme y cumplir correctamente con el estricto protocolo, se comprometió a defender una política de Estado y de consenso tanto con la sociedad como con el resto de fuerzas políticas, continuar la modernización del Ejército, promover la incorporación y la promoción de la mujer en las Fuerzas Armadas, y mantener el compromiso de España con la paz y la seguridad en el marco de la ONU y la OTAN.

Chacón tomó el relevo de José Antonio Alonso ante la plana mayor de los tres ejércitos y del Ministerio, los presidentes del Congreso, José Bono, y el Senado, Javier Rojo, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; los titulares de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho y varios ex ministros como Narcís Serra, Julián García Vargas y Gustavo Suárez Pertierra.

De Alonso, la ministra elogió su "trabajo, discreción y eficacia", principios que además de definir a su antecesor son, dijo, las principales "virtudes de las Fuerzas Armadas españolas". Chacón dedicó sus primeras palabras a recordar a todos los militares destacados en el exterior y a los que perdieron la vida por defender "la libertad de otros seres humanos" y subrayó que el Ejército "nunca estuvo mejor preparado" para la defensa del territorio nacional y del ordenamiento democrático, ni nunca tuvo tanto respaldo social.

En su opinión, "ninguna institución ha sabido adaptarse mejor a los nuevos tiempos" que las Fuerzas Armadas, como demuestra su mismo ejemplo, al haberse convertido en la primera mujer al frente del Ministerio. "Hombres y mujeres no restan, suman", dijo.

La ministra se comprometió a que el Ejército esté cada vez más integrado en la sociedad española, a reformar la carrera militar, ya que "una mejor formación redundará en una mayor operatividad y una mayor eficacia", y a mejorar la motivación de los profesionales. "Sé que las cosas irán bien, que tendrá aciertos y superará las dificultades", dijo Alonso de la nueva ministra tras un discurso de despedida en el que agradeció la profesionalidad del Ejército y el orgullo que suscita.

Antes de las intervenciones y ante un numeroso público entre el que estaban, entre otros, el director del CNI, Alberto Sáiz; el director general de la Policía y Guardia Civil, Joan Mesquida -que dejará su cargo por la recién creada Secretaría de Estado de Turismo-; el secretario de organización del PSOE, José Blanco, varios secretarios de Estado, el dirigente socialista Pedro Zerolo, y muchos miembros de la familia de la ministra (incluidos sus tres pequeños sobrinos), Chacón y Alonso pasaron revista a las tropas acompañados del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz Roldán. Era, con razón, la imagen más buscada de la jornada. Se veía por primera vez a una ministra de Defensa y embarazada de siete meses caminar con paso firme ante las tropas que a partir de ahora están bajo su mando. Y lo hizo con el semblante serio, consciente, como dijo después, de la trascendencia de la misión que comenzaba.