Hastiado de perfiles falsos y odiadores. Un sentimiento de hartazgo y agotamiento. El comunicador Carlos Herrera se ha dado de baja en la red social Twitter, donde contaba con más de medio millón de seguidores. De momento no hay vuelta atrás, no queda rastro de la que fue una de las grandes cuentas entre los periodistas españoles. Herrera considera que mantener abierto el perfil cuesta tiempo y energía y que esta red social se convierte en demasiadas ocasiones en un estercolero de insultos y críticas aceradas. 

La baja ha sido, por supuesto, voluntaria y sin ningún aviso previo. En algún momento, el propio Herrera tuvo que hacer frente a perfiles falsos con su identidad o incluso la de sus familiares más próximos, pero en ningún caso había optado por el abandono. Es más, de gran éxito han sido siempre las narraciones de sus viajes, peregrinaciones a Santiago de Compostela o las críticas gastronómicas. 

El periodista prefiere estar concentrado al máximo en su tarea profesional al frente del programa matinal de la COPE. Y no se olvide que sigue ultimando el libro sobre el rey Juan Carlos, tal como adelantó este periódico.