Cataluña aplicará un impuesto a los bancos por los pisos vacíos de que disponen, y la cantidad se determinará en función de la cantidad de viviendas desocupadas que tengan.

Así lo afirmó ayer en una entrevista a Catalunya Ràdio recogida por Europa Press el secretario de vivienda de la Generalitat, Carles Sala, que añadió que se prevé que el impuesto comience a aplicarse en 2014.

"Irá en función del número de metros cuadrados total que tenga la entidad financiera. Para quien tenga más, se incrementará exponencialmente", explicó.

Sala quiso dejar claro que no se trata de un impuesto pensado con afán recaudatorio, ni tampoco disuasorio, sino que su objetivo es estimular que las entidades bancarias cedan para alquiler social los pisos vacíos, y para conseguirlo también habrá bonificaciones.

El nuevo gravamen todavía se está estudiando, pero el secretario de Vivienda adelantó que su importe "puede ser el que salga de duplicar el importe del IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) actual".

A su juicio, el Gobierno presidido por Artur Mas ya ha conseguido que CatalunyaCaixa les ceda 400 viviendas para el alquiler social, y cree que pronto cerrarán acuerdos parecidos con Bankia y con la Sareb, el denominado banco malo.

Para este año, añadió, el Gobierno catalán necesitará la entrada de un millar de viviendas para alquiler social en unos 70 municipios.