El hasta ahora secretario general adjunto de Convergencia Democrática de Cataluña y actual consejero de Gobernación, Felip Puig, señaló ayer que la federación no participará "en ninguna maniobra política" que persiga cerrar el paso al PP ni al PSOE para que no puedan gobernar.

En rueda de prensa, Puig se ha referido así a las críticas que han recibido las declaraciones del presidente de la Generalitat, Artur Mas, en las que instaba a los catalanes a evitar una mayoría absoluta del PP en las elecciones generales de 2012. "Nuestro propósito nunca será el de participar en ninguna maniobra política para bloquear el acceso de unos y otros", aseguró Puig, tras recordar que CiU sí ha sufrido esta experiencia.

Sin embargo, el consejero del Gobierno catalán ha sostenido que el voto de los catalanes puede marcar el signo del futuro Gobierno y que el PP "continúa manifestando una clara hostilidad e incomprensión hacia la realidad nacional catalana". Puig añadió que CiU siempre ha sido una fuerza democrática y que nunca se han planteado la política "para ir en contra de nadie", destacando que siempre han colaborado con los Gobiernos de la democracia.

Por su parte, el portavoz parlamentario del PP catalán, Enric Millo, lamentó que Artur Mas haya decidido "avivar el fuego de la confrontación entre Cataluña y el resto de España" en los primeros compases de la nueva legislatura.

En rueda de prensa, le exigió que "deje de actuar como candidato de CiU y asuma su papel de presidente", y le acusó de confundir los intereses de la federación con los de Cataluña.

"Habla de Cataluña y España como si fuesen dos realidades diferentes, cuando realmente forman parte de una misma realidad", criticó en referencia a las declaraciones de Mas en que advertía de un riesgo de ruptura si España rechaza redefinir el modelo autonómico. El dirigente popular señaló que el también líder de CiU "no puede disimular sus ganas de que Zapatero continúe como presidente del Gobierno".