Sevilla acogió ayer la cuarta reunión del G-4 de ministros de Interior de España, Marruecos, Francia y Portugal, un foro constituido en 2012 y que llevaba sin reunirse desde abril de 2015 debido a la inestabilidad política que mantuvo a España con un gobierno en funciones durante diez meses. A la invitación del ministro de Interior español, Juan Ignacio Zoido, acudieron ayer sus homólogos de Marruecos y Portugal, Abdeluafi Laftit, y Constança Urbano de Sousa, respectivamente. En representación de Francia participó el embajador francés en España, Yves Saint-Geours, que sustituyó a última hora al ministro de Interior galo, Gérard Collomb, quien se quedó en París para asistir a la sesión conjunta de la Asamblea y el Senado donde el presidente francés, Emmanuel Macron, presentó su programa de gobierno.

Las conversaciones se centraron en cuatro asuntos: emigración irregular, narcotráfico, actuaciones contra el crimen organizado, y sobre todo, coordinación en la lucha contra el terrorismo yihadista. Los asistentes a la cumbre rubricaron la llamada Declaración de Sevilla, que toma el relevo a sus antecesoras de Lisboa, París y Rabat.

El texto incluye un plan de acción para ejecutar iniciativas "concretas y de carácter operativo", reuniones de expertos y fortalecer los mecanismos de cooperación en estos cuatros ámbitos, según indicó Juan Ignacio Zoido, que compareció en solitario al término de la cumbre para informar de los acuerdos.

El G-4 también ha acordado la creación de un "comité de pilotaje" que supervisará y evaluará la ejecución de ese futuro plan de acción, una medida con la que pretenden consolidar la cooperación mutua en el seno del G-4 y que "proporcionará mayor actividad" al grupo, destacó el titular español de Interior. En su opinión, la cumbre de Sevilla sirvió para dar "un paso adelante" en la colaboración entre los miembros del G-4, un foro "con vocación de servicio" para que los cuatro ministerios actúen conjuntamente "con la misma agilidad" que se hace bilateralmente. Zoido apuntó que el objetivo es que el G-4 "sea útil" y evitar que "se fosilice y muera por inanición". Entre otras cuestiones, subrayó la necesidad de mantener un "buen entendimiento" que permita acercar los cuerpos de seguridad de estos cuatro países y "reforzar la cooperación".

Juan Ignacio Zoido puso de ejemplo algunos de los logros obtenidos por el G-4 en estos primeros años. Así, destacó la conversión del Centro de Cooperación Policial (CCP) de Algeciras, una iniciativa hispano-marroquí, que incorporó a un oficial de enlace francés y otro portugués. Además, apuntó la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, en el marco del Plan Telos, en el que han participado oficiales de enlace franceses, marroquíes y portugueses. El ministro considera que los "buenos resultados" deben servirles de "incentivo" para que las fuerzas de seguridad sigan "trabajando y colaborando lealmente".

Zoido desea "suerte" a Portugal para esclarecer el robo del arsenal militar

Los miembros del G-4 también trataron la alerta emitida a nivel europeo por el robo del arsenal militar en Portugal, ante el temor de que puedan caer en manos de terroristas o el crimen organizado. El titular de Interior detalló que su homóloga portuguesa les indicó que la Policía Judicial del país -que depende del Ministerio de Justicia - ha asumido la investigación y está intentando "averiguar quién, cómo y dónde" están las armas. "Espero que tengan mucha suerte", señaló Zoido.

El titular de Interior fue interpelado sobre la petición de Italia a otros países del Mediterráneo para que acepten desembarcos de inmigrantes. El representante del Gobierno español emplazó al Consejo de Ministros de la UE que se celebrará el jueves, donde se tratará esta cuestión. No obstante, Zoido insistió en que "la solidaridad de España está más que demostrada". Según sus datos, España ha hecho frente este año a un incremento del 97,3% de la inmigración ilegal por el Mediterráneo u otras vías. Además, sostuvo que el servicio de Salvamento Marítimo acude incluso a aguas de Marruecos para recoger a inmigrantes y llevarlos a puertos españoles, y no se limita a actuar en aguas internacionales.

La próxima cita del G-4 se celebrará en Marraquech en el último trimestre del año. El cónclave contará con la presencia del llamado G-5 del Sahel, formado por Chad, República Centroafricana, Malí, Burkina Faso y Níger, con los que se busca reforzar la colaboración en el ámbito de la seguridad.