España

El Gobierno desautoriza a Iglesias por los exiliados del franquismo

  • Barones y diputados socialistas reprenden al vicepresidente por "banalizar" el éxodo republicano al equipararlo con Puigdemont

  • Podemos matiza: "No es comparable"

Pedro Sánchez, durante su intervención ayer en la Conferencia de Embajadores.

Pedro Sánchez, durante su intervención ayer en la Conferencia de Embajadores. / BORJA PUIG DE LA BELLACASA / moncloa

El Gobierno quiso dejar claro ayer que considera que la situación del ex presidente catalán Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia española en Bruselas, "no es equiparable" con la de los republicanos que se exiliaron durante la dictadura franquista, según explicaron a Europa Press fuentes gubernamentales. Así se posicionó el Ejecutivo después de que el vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, afirmara el domingo, en una entrevista en La Sexta, que ambos casos son comparables; unas palabras que generaron fuertes críticas desde la oposición pero también malestar en las filas socialistas. Al ser preguntado, en concreto, si consideraba a Puigdemont un exiliado, y si su situación se puede comparar con la de las víctimas del franquismo que dejaron España, Iglesias respondió: "Lo digo claramente, creo que sí. Y eso no quiere decir que yo comparta lo que hiciera".

Según las fuentes consultadas, el Gobierno tiene claro que ambos casos no son equiparables, corrigiendo de este modo la afirmación de Iglesias. También desde el Ejecutivo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró ayer en declaraciones a La Sexta que "cada caso es singular" y que, además, Puigdemont "incumplió la ley", cuando todos los gobernantes tienen la obligación de respetar el Estado de derecho.

Es un insulto para los españoles obligados a abandonar su país por defender la libertad"

Incluso la coportavoz de Podemos, Isa Serra, matizó las polémicas palabras de su secretario general, reconociendo en esta misma línea que no se puede realizar tal comparación. Eso sí, insistió en que Puigdemont es un exiliado, según la definición de la Real Academia de la Lengua.

Abiertamente críticos con Iglesias se mostraron algunos barones socialistas, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien tachó la comparación de "absolutamente inadecuada" e injusta. A su vez, el mandatario valenciano, Ximo Puig, avisó de que "no hay equiparación posible" entre la situación del expresident de la Generalitat de Cataluña y los exiliados por el franquismo.

También expresaron su malestar con las palabras de Iglesias varios cargos públicos y dirigentes del PSOE. Así, la viceprimera secretaria del PSC, Eva Granados, acusó al líder de Podemos de banalizar el exilio y el sufrimiento de miles de personas.

Para el diputado en el Congreso Odón Elorza, quien también es miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, se trata de una afirmación "desafortunada". "Discrepo absolutamente", remarcó en su cuenta de Twitter. Por su parte, la diputada catalana Sonia Guerra López criticó que "comparar la huída de Puigdemont con los y las republicanas que huían del terror, la represión, la barbarie y la muerte de la dictadura franquista también es banalizar el fascismo".

El mensaje de Guerra fue compartido por su compañera de escaño Merce Perea, portavoz en la Comisión del Pacto de Toledo, que añadió en otro mensaje: "No hay sentido de Estado. De la historia tampoco. Sentido común, nada".

"Golpe militar, guerra civil, represión, fusilados, cunetas, dictadura, familias enteras que huyen con lo puesto, cruzar a pie los Pirineos, hambre, miseria, campos de concentración, Francia ocupada, nazis, una tumba de Machado en Colliure... memoria", comentó por su parte el portavoz socialista de Justicia en el Congreso, Francisco Aranda.

Más clara y tajante se mostró la diputada Lidia Guinart, portavoz socialista en la Comisión de seguimiento del pacto contra la violencia machista: "Hay que respetar la memoria y no faltar a la verdad histórica. Ya estamos viendo a que conducen las falacias y banalidades populistas, son muy peligrosas. Creo que es necesaria una rectificación de Pablo Iglesias".

El PP calificó a Iglesias de "caballo de Troya" que busca destruir la democracia española. La expresión es del candidato del PP a la Generalitat, Alejandro Fernández, quien también criticó a los socialistas por "no mover un dedo" para corregir o echar a Iglesias del Gobierno, pese a que "diversas voces del PSOE" se muestren "escandalizadas".

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, tachó las palabras de Iglesias de "insulto para todos los españoles que se vieron obligados a abandonar su país por defender la libertad": "Comparar a un prófugo de la Justicia de una democracia con exiliados de la dictadura es una indignidad".

Vox se unió a las críticas por las "comparaciones horrendas" y consideró que Iglesias "ha perdido el juicio", aunque, apostilló el diputado Jorge Buxadé, "juicio político no ha tenido nunca".

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