Elecciones europeas La campaña electoral echa el telón

González alerta del "paso atrás en la historia" si ganan los conservadores

  • El ex presidente del Gobierno se explaya en una amplia intervención sobre la construcción de la UE y una buena dosis de sorna sobre Aznar y Bush · Dice que hace diez años ya dio la voz de alarma sobre la crisis

Compartía cartel con el presidente de la Junta de Andalucía y con su antecesor, pero a quien tenía ganas de oír (y vaya si le oyó) la hinchada que asistió anoche en un hotel sevillano al cierre de campaña de los socialistas era a Felipe González, que se llevó el grueso de las aclamaciones y que alertó de que mañana se corre el riesgo de dar "un paso atrás muy serio" si los conservadores logran revalidar su mayoría en la Eurocámara.

Es como montar en bicicleta: dar mítines nunca se olvida. Y el ex presidente del Gobierno, consumado artista de la palabra, comenzó a pedalear anoche corrigiendo a Manuel Chaves, que había acusado poco antes al número uno de la candidatura del PP, Jaime Mayor Oreja, de comparar el aborto con la pederastia. "No dijo eso, lo que dijo es que el derecho a la interrupción del embarazo era algo peor que un delito como es abusar de un menor". Acto seguido, el segundo (y doble) torpedo: "Mayor Oreja, ése que defiende lo suave y amable del régimen franquista, está entre los diez diputados más perezosos del Parlamento Europeo". Se llenó los pulmones de aire y tronó: "No quiero que nos represente eso en Europa". El auditorio, con mucha más gente joven de lo habitual en este tipo de actos, ya estaba totalmente entregado y para que no faltara de nada salió el "monaguillo de Bush". "¿Recuerdan a Aznar hablando en castellano con acento de Texas? ¿Recuerdan a Ana Palacio (ex ministra de Exteriores) amenazando a Sadam Hussein como si fuéramos a enviar 30 divisiones acorazadas en vez de un barco que encima llegó tarde? ¿Recuerdan que Aznar pagó dos millones de dólares para que el Congreso de Estados Unidos le concediera una medalla que luego nunca le dieron?". Y con Bush aún no había acabado, "esa criatura que nunca llegó a saber que no sabía".

Risas, carcajadas. Pero hasta ahí habíamos llegado. Parecía una noche subida de tono cañero en la mejor tradición mitinera del viejo compañero Alfonso Guerra, pero González pisó el freno y su chispeante intervención se tornó en una vasta lección magistral sobre la génesis de la construcción europea, "aquellos tiempos en que los españoles pasaban la frontera con un maleta de cartón y la madre patria era una madrastra", y el reto que se presenta mañana de "sumar fuerzas para superar las fracturas en que nos metieron esos irresponsables de las Azores".

En este capítulo, recordó que el viejo continente es "un enano político" ayuno de cohesión y alzó, por ejemplo, la voz contra la profusión de políticas migratorias, hasta 20 distintas. También alertó del cambio climático, punto donde, por supuesto, apareció el primo de Rajoy. González también habló largamente sobre la crisis financiera y económica y subrayó que hace diez años él ya dio la voz de alerta ante el monstruo, "pero la crisis se cerró en falso y nos encontramos con esto". "Ahora -agregó González- tenemos la gran oportunidad desde la caída del Muro de Berlín de dar una respuesta progresista". Ahí entran los votos, "como esos que llevaron a Barack Obama, nieto de esclavos, no a la cocina sino al Despacho Oval de la Casa Blanca".

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