Javier Nombela, encargado de la facturación de varias empresas del Grupo Correa, afirmó que era la Comunidad de Madrid la que les pedía fraccionar los contratos de los Actos que organizaban para el Gobierno autonómico, de manera que no podían exceder los 12.000 euros. En su segundo día de declaración, Nombela siguió contestando a las preguntas de la fiscal, quien le preguntó por el troceo de los contratos con la Comunidad, organismo que, según un informe contenido en el sumario, fraccionó entre 2004 y 2007 adjudicaciones por 3,1 millones de euros en contratos menores (de menos de 12.000 euros) para evitar que se tuvieran que someter a concurso.

A este respecto, dijo que las indicaciones sobre los contratos las daba el Gobierno regional y que el límite estaba en esos 12.000 euros, aunque él no sabía por qué se hacía así. Sus palabras avalan la versión que dio en el juicio Isabel Jordán, administradora de varias empresas de la trama Gürtel, que afirmó que el fraccionamiento de contratos era "el pan nuestro de cada día" en la Comunidad de Madrid y que era la propia Administración la que pedía que se hiciera.

El acusado también contó que había muy mal ambiente en la oficina; él decidió marcharse y, nada más salir de las empresas, el 17 de octubre, el cabecilla de la trama, Francisco Correa, lo llamó y citó en su casa para hablar en persona. En la vivienda le preguntó, dijo, si sabía cómo Jordán podía llevar un tren de vida tan alto y él respondió que hacía gastos personales con dos tarjetas de la empresa, cuya existencia Francisco Correa y Pablo Crespo desconocían.