El presidente del Senado, Javier Rojo, inauguró ayer una obra pictórica conmemorativa del XXX aniversario de las primeras elecciones democráticas del 15 de junio 1977. El pintor gaditano Hernán Cortés, autor de los 34 retratos de senadores, presidentes del Gobierno y otras personalidades vinculadas a la Cámara Alta que la conforman, se convirtió de esta manera en el "cronista pictórico" más importante de la Transición democrática española tras haber sido también el autor de la obra sobre los padres de la Constitución que cuelga desde 2009 en la Sala Constitucional del Congreso de los Diputados.

Acompañado por algunos de los retratados -Landelino Lavilla, Martín Villa, Marcelino Oreja Aguirre y Juan José Laborda, entre otros- y familiares de algunos de los fallecidos -estuvo la esposa del ex presidente Leopoldo Calvo Sotelo-, Rojo rechazó en su breve discurso la existencia de "verdades absolutas y menos en política". "Por el contrario, acertamos, encontramos la verdad, sólo cuando somos capaces de ponernos de acuerdo, cuando tenemos la predisposición de renunciar a parte de nuestras verdades particulares para encontrar la verdad común", agregó.

En su opinión, la obra de Hernán Cortés representa "la exaltación de la convivencia en la diferencia, el reconocimiento de que, sin convivencia, nada es posible".

Para enmarcar la ocasión, el presidente del Senado recordó el "paz, piedad y perdón" que pronunció el ex presidente de la República Manuel Azaña en Barcelona durante la Guerra Civil. "En el corazón de estas palabras está la voluntad del consenso, de los grandes acuerdos básicos que jalonan la Transición".

Precedido por la polémica suscitada por los más de 400.000 euros que ha pagado al Senado por la obra, Hernán Cortés replicó en una comparecencia previa ante los medios que ésta se contrató en 2007, antes de la crisis, y que ha estado trabajando en ella junto a su equipo durante los últimos cuatro años. "Entiendo que pueda provocar alarma. Pero el precio se puso para que fuera asumido por un organismo público", explicó. En este sentido, dijo que hubiera sido "más alto" si el encargo hubiera sido del extranjero.

En la presentación propiamente dicha, el pintor gaditano contó a los medios que su "abstención en la elección de los retratables" la compensó al "asumir toda la responsabilidad en el terreno artístico".

Y fijó como los dos grandes desafíos de este trabajo: "la búsqueda de la unidad deseable en 34 retratos individuales" sin caer en "una visión demasiado dispersa", y la huida de "la monotonía del deseo de unidad".

Sobre la ubicación de los retratos en esta "composición coral", Hernán Cortés explicó que respondía a la necesidad de crear un espacio general con cierta lógica, "situando en las filas superiores las cabezas que están vistas desde un ángulo inferior; mientras que conforme bajamos nuestra mirada, comprobaremos que el ángulo de la toma varía, facilitando así la armonía de la visión de conjunto".

La obra, formada por 34 retratos ubicados en seis filas horizontales, con seis retratos en cada una menos la última -ésta contiene cuatro y un texto explicativo-, tiene una dimensión de 400x300 centímetros.

Y está pintada con la técnica de pintura acrílica en lienzo montado en bastidor. Entre los retratados se encuentran todos los ex presidentes del Gobierno: Felipe González, Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

Y todos los presidentes del Senado: Antonio Fontán, Cecilio Valverde, José Federico de Carvajal, Juan José Laborda, Juan Ignacio Barrero, Esperanza Aguirre, Juan José Lucas y Javier Rojo.

Además, forman parte de esta obra los escritores José Luis Sampedro y Camilo José Cela y senadores ilustres como Fernando Abril Martorelll, Juan María Bandrés, Fernando Morán, Marcelino Oreja Aguirre, Ramón Rubial, entre otros.