No cree Pablo Iglesias que los últimos fichajes que ha realizado su partido sean un ejemplo de enchufismo. Ni tampoco que la vinculación de algunas de esas nuevas caras al PSOE sea un problema, sino todo lo contrario. "Es un honor ser referencia para cientos de miles, si no millones de socialistas", manifestó ayer el secretario general de Podemos durante un acto en Madrid.

El líder de la formación morada aseguró que su partido es la única organización política que no utiliza sus listas para las elecciones generales como un método para "colocar a los suyos", sino para "colocar a los mejores". De esta forma, Iglesias explicó la inclusión de personalidades públicas, como el ex jefe del Estado Mayor de la defensa Julio Rodríguez, en las candidaturas para los comicios del 20 de diciembre.

Iglesias defendió así la incorporación a sus listas sin pasar por primarias de Rodríguez y otras personalidades, como el constitucionalista Javier Pérez-Royo o la jueza Victoria Rosell, a quien le ofrecerá que sea su ministra de Justicia si gana las elecciones, según anunció ayer. Además, el líder de Podemos recordó que todos los inscritos en su partido avalaron en un referéndum su política de alianzas e incorporaciones de figuras destacadas de la sociedad civil a su candidatura.

Pero la incorporación de estas personas a última hora y sin pasar por el refrendo de la militancia no es la única polémica que rodea estos fichajes. Algunos, como Pérez-Royo han colaborado con el PSOE en diversas ocasiones, pero a Iglesias no le resultan extraños estos cambios de formación. El secretario general de Podemos aseguró que el PSOE "ha decepcionado a mucha gente", y sus militantes entienden cada vez más que para no decepcionarse con su partido "tienen que votar Podemos". "Estamos encantados", afirmó tras dejar claro en tono irónico que no fichará a primero espadas socialistas como José Luis Rodríguez Zapatero o José Bono.

El líder de la formación morada también repasó sus expectativas electorales después de la publicación de las últimas encuestas, que no son muy halagüeñas. Según Iglesias, el último barómetro del CIS, no recoge el "clima de remontada" que se respira en Podemos y se mostró convencido de que ganarán los comicios.