España

Los políticos presos del 1-O seguirán en la cárcel

  • Las juntas de tratamiento proponen el segundo grado para los nueve reclusos condenados por el Supremo

  • Sànchez y Cuixart podrán pedir permisos a partir de enero

Los políticos independentistas presos.

Los políticos independentistas presos. / M.G.

Las juntas de tratamiento de las cárceles de Lledoners, Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), Puig de les Basses, en Figueras (Gerona) y Mas d'Enric, en El Catllar (Tarragona), han propuesto para los presos independentistas condenados por el Tribunal Supremo por el 1-O la clasificación en segundo grado, el régimen ordinario de privación de libertad.

Esta clasificación les permitiría empezar a disfrutar de permisos a partir del mes de enero cuando algunos de los reclusos cumplen una cuarta parte de la condena, como ocurre con Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.

Lo ha explicado este miércoles en rueda de prensa el secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la víctima de la Conselleria de Justicia de la Generalitat, Amand Calderó, que ha precisado que ahora el Servicio de Clasificación tiene dos meses para estudiarlo y ratificarlo.

Sin unanimidad

Calderó ha admitido que en el seno de las juntas de las cárceles, que se han reunido de forma simultánea a las 9 horas, ha habido un "intenso debate" sobre si clasificar en segundo o tercer grado --el régimen de semilibertad--, el que reclamaban los propios presos.

Sin embargo, ha rechazado dar el resultado de las votaciones porque son de un órgano colegiado, y ha reiterado que en los tres centros se ha producido una votación que ha salido el segundo grado por mayoría.

Es la misma propuesta para el ex vicepresidente Oriol Junqueras, los ex consellers Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Dolors Bassa, Raül Romeva, la ex presidenta del Parlament Carme Forcadell, el ex presidente de la ANC Jordi Sànchez, y el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

Con esta clasificación, no podrán pedir permisos antes de cumplir un cuarto de la pena, lo que supone como pronto a finales de enero para Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, los que llevan más tiempo en prisión preventiva.

Además, para poder pedir permisos es necesario que antes el Servicio de Clasificación haya ratificado el segundo grado, una decisión que Calderó ha confiado en que será "ágil" pero que necesita un tiempo para trabajar este tema de forma individualizada.

Sobre la aplicación del artículo 100.2 que permite flexibilizar el régimen penitenciario y salir de la cárcel para trabajar, Calderó ha dicho que hay que esperar a que se confirme la clasificación antes de plantearlo, que entonces dependerá de cada junta de tratamiento y del programa individual de tratamiento de cada preso si se plantea, y que es un artículo que no hay plazo para poder decidir aplicarlo.

Este martes, las defensas de los dirigentes de ERC encarcelados ya previeron que se les aplicaría el segundo grado y anunciaron que lo recurrirían, y desde JxCat, su abogado, Jordi Pina, mostró el firme convencimiento de que la clasificación debería ser de tercer grado, un régimen de semilibertad.

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