Alrededor de 300 inmigrantes de origen subsahariano intentaron acceder ayer a Melilla saltando la doble valla que separa Melilla de Marruecos, informaron a Europa Press fuentes policiales, que detallaron que la intentona se ha produjo a mediodía por la zona más próxima al puesto fronterizo de Mariguari, cuando varios centenares de personas, la práctica totalidad jóvenes varones adultos, se aproximaron a la alambrada, de seis metros de altura.

Tanto las Fuerzas de Seguridad marroquíes como las españolas, cada uno en su territorio de soberanía, repelieron a los sin papeles y en principio ninguno de los inmigrantes logró su objetivo de pasar a suelo español.

En la parte melillense, la Guardia Civil llevó el peso de la operación para repeler el intento de entrada ilegal a territorio nacional, apoyados por la Policía Nacional y la Policía Local. Las Fuerzas de Seguridad españolas siguen en alerta y cerraron al tráfico rodado la carretera de circunvalación que va desde el puesto fronterizo de Mariguari hasta el de Farhana y también interrumpieron el acceso peatonal por el primero de los puestos fronterizos.

Según las citadas fuentes, no se descarta que estos inmigrantes vuelvan a intentar superar tanto los controles policiales marroquíes y españoles como la doble valla de seis metros de altura que recorre los nueve kilómetros de perímetro fronterizo que separa Marruecos de Melilla.

En las localidades marroquíes más próximas a la ciudad autónoma se calcula que hay más de un millar de subsaharianos, que malviven durante meses en bosques y montañas, esperando su oportunidad para intentar acceder a la ciudad española.

En el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, dependiente del Imserso, hay acogidos en la actualidad algo más de 900 personas, cuando su capacidad óptima es de 480.

La organización antirracista Movimiento contra la Intolerancia reclamó ayer por su parte al Gobierno una "acción decisiva" frente al racismo y la xenofobia, con motivo del 20 aniversario del considerado primer crimen racista en la España democrática, perpetrado contra la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez.

Movimiento contra la Intolerancia quiso subrayar esta fecha en un momento en el que considera que "la alarma actual indica que las causas de ese episodio trágico no han sido superadas". En este sentido, la organización indicó que, tal y como constatan las encuestas oficiales, la crisis económica ha supuesto "un aumento del prejuicio, la agitación y el hostigamiento xenófobo hacia la inmigración" impulsados por grupos organizados extremistas que "alimentan la intolerancia" hacia estas personas.

En cuanto a la situación de este problema en España, la organización apunta a un incremento en las actitudes de xenofobia y otras manifestaciones de intolerancia frente a inmigrantes, gitanos y otros ciudadanos por motivos de diversidad religiosa y social; y el uso de internet como un espacio "privilegiado" para propagar el odio, la discriminación y la violencia. Además, denuncia la formación de grupos y partidos que "agitan y coaccionan" contra la inmigración y la diversidad; la internacionalización del populismo xenófobo y las actividades neofascistas con "discursos miméticos" y acciones coordinadas en Europa contra la inmigración.