El PP insistió ayer en que mientras gobierne su partido no se va a tolerar ningún referéndum ilegal. El vicesecretario general de Comunicación, Pablo Casado, lanzó un símil futbolístico a Pep Guardiola para recalcar la negativa del Ejecutivo a la consulta: "Cuando se está fuera de juego, se está incumpliendo la ley". A su juicio, los independentistas catalanes se situarán en fuera de juego si tratan de celebrar el referéndum ilegal, "y el árbitro, que es el Gobierno y que es la Justicia, va a pitar esa jugada ilegal".

Una ilegalidad que tendrá la respuesta de la ley, avisó, "de toda la ley, pero nada más que la ley", recalcó Pablo Casado.

"No se va a tolerar un referéndum ilegal y el Gobierno y la Justicia española van a evitar que haya cualquier desafío a la democracia", reiteró Casado, quien instó a los secesionistas a acabar con "esa huida hacia adelante".

Menos beligerante se mostró el secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Podemos, Iñigo Errejón, quien señaló que el referéndum anunciado para el 1 de octubre será "un choque de trenes entre dos gobiernos irresponsables", ante la falta de diálogo entre el Ejecutivo y la Generalitat. Errejón explicó que su formación apoya que "se consulte a los ciudadanos catalanes" y considera que poner urnas "no puede ser ilegal", pero expresó su preocupación a que "se repita la misma situación que la del 9 de noviembre".

La portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, criticó que el acto convocado ayer en Montjuïc indica que los independentistas "no tienen otra cosa que hacer" y que "están perdiendo apoyos de un barco que se está hundiendo".

Desde San Sebastián, el portavoz de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se mostró ayer convencido de que el Gobierno de Rajoy, "sustentado" por el PNV, "baraja fechas veraniegas para suspender la autonomía" de Cataluña "total o parcialmente".