El PP ha dejado en suspenso el pacto por la Justicia suscrito con el Gobierno mientras Mariano Fernández Bermejo sea ministro, después de conocer que éste coincidió en una cacería con el juez Baltasar Garzón; una ruptura con la que el ministro cree que los "populares" pretenden desviar la atención de sus problemas. 

El portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, ha confirmado esta decisión durante la comparecencia del ministro en la comisión correspondiente del Congreso para explicar la posición del Gobierno ante la huelga de jueces y después de que por la mañana Mariano Rajoy anunciara la ruptura de "cualquier interlocución" con Bermejo. 

Trillo ha señalado que "políticamente sólo procede la dimisión" de Fernández Bermejo, por lo que el PP, además de una denuncia ante el CGPJ, también ha presentado una petición de comparecencia urgente del ministro en el pleno para que explique "el episodio". 

Para el Partido Popular la coincidencia de Bermejo y Garzón el pasado fin de semana en una cacería, poco después de que el juez abriera la investigación sobre una supuesta trama de corrupción en la que han sido imputadas personas cercanas al entorno del PP, ha sido el "mayor ataque a la independencia judicial en la historia de la democracia". 

"No sé quién apunta y quién dispara", ha dicho Trillo, que se ha dirigido al ministro directamente para afirmar: "Usted también es ministro los fines de semana y también cuando está cenando en lugares públicos con quien está filtrando el secreto del sumario, el mismo fin de semana que hay inculpados en prisión, y desacreditando al principal partido de la oposición". 

"El principal problema de la Justicia española hoy se llama Mariano Fernández Bermejo", ha señalado el portavoz "popular", que ha acusado al PSOE de llevar a la Justicia a la peor situación vivida en la democracia y de "interferir en conocidos casos con conocidos jueces para escándalo de la opinión pública". 

Por su parte, el titular de Justicia ha lamentado que a Trillo le haya tocado continuar el papel que "su jefe ha decidido escenificar en la calle Génova" y desarrollar una estrategia para desviar la atención del "lío monumental" que tiene el PP. 

El ministro ha negado cualquier ataque a la independencia judicial y ha defendido que de la coincidencia en un acto "cinegético en el campo con un juez" no se puede deducir que se haya ejercido ninguna presión. 

"En 30 años como fiscal jamás se me ocurrió hablar con un juez de algo que estuviera bajo su jurisdicción, y ahora que soy ministro, tampoco", ha asegurado Bermejo, para añadir después que no ve tampoco razones para dimitir. 

Bermejo, que ha reiterado su voluntad de diálogo, ha apelado a la responsabilidad de los "populares" para no desvirtuar aún más la Justicia. 

Este debate entre Trillo y el ministro ha dejado en segundo plano el motivo de la comparecencia del titular de Justicia, que también ha dado cuenta del estado de las reformas emprendidas por el Gobierno en esta materia y de su postura en torno a la huelga de jueces del 18 de febrero. 

Bermejo ha anunciado que el próximo 17 de febrero, un día antes de la huelga, se reunirá con la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) y Jueces para la Democracia (JpD), las dos asociaciones que no secundan la protesta. 

Para el titular de Justicia la huelga del 18-F ha sido convocada por una minoría de la carrera judicial de forma ilegítima, porque la mayoría de los jueces no ha hablado y ha seguido haciendo bien su trabajo, "lejos del ruido que hacen otros". 

Tras preguntarse por qué se produce ahora el anuncio de una huelga de jueces, el ministro también ha considerado que existen "resistencias de origen corporativo" a raíz de la sanción impuesta al juez de Sevilla Rafael Tirado con las que algunos jueces pretenden eludir la "cuota de responsabilidad" que les corresponde.-