La precampaña Repaso a los grandes compromisos electorales

PSOE y PP ponen precio al voto

  • Zapatero y Rajoy tratan de conquistar al electorado recurriendo a propuestas millonarias como la paga de 400 euros ofertada por el jefe del Ejecutivo o las deducciones comprometidas por el líder de la oposición

Las turbulencias de los mercados financieros han encendido las alarmas de los gobiernos europeos ante la amenaza de una recesión generalizada pero no han inquietado ni a PSOE ni PP que se han lanzado a la caza del voto con una sustanciosa ristra de promesas sociales que desafían el pesimismo económico imperante. A falta de los programas electorales definitivos, algunos de los nuevos anuncios desprenden un ligero tufo a imprevisión, como la paga de 400 euros anunciada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que a momo de subasta electoral rivaliza con anuncios del PP de impacto similar que supondrán un coste millonario a las arcas públicas.

Si el PSOE gana, su promesa estrella obligará a Hacienda a pagar 400 euros a cada contribuyente independientemente del nivel de ingresos. Para las rentas más bajas, esa devolución será una jugosa cantidad pero para los salarios más elevados tan sólo calderilla. Las matemáticas anticipan que serán mayoría los que bendecirán la medida: el 60 por ciento de los contribuyentes, según datos de 2006, tienen sueldos inferiores a los 17.400 euros (1.450 euros mensuales).

La gran promesa de Zapatero contrasta en método y en procedimiento con los anuncios económicos del PP. Mientras Zapatero vuelve a tirar de la chequera del erario público, como hizo con otras medidas semejantes en el último tramo de la legislatura, Rajoy apuesta por las deducciones en el IRPF. La filosofía del PP se resume en que "donde mejor está el dinero es en el bolsillo del ciudadano". El guión económico de Rajoy se ajusta fielmente a su promesa estrella, que se sustancia en "la mayor rebaja fiscal de la historia" por la que los ciudadanos con ingresos inferiores a 16.000 euros quedarán exentos de tributar, actualmente lo están quienes no rebasan los 9.000 euros.

Incómodos cálculos engordarían notablemente el bolsillo de los electores si a las cantidades prometidas en precampaña se les suma las tres grandes pagas aprobadas por Zapatero en la legislatura. Para ello es inevitable cumplir con ciertos requisitos que, en algunos casos, suponen un drama indeseable. Ocurre con el drama que padecen más de 200.000 familias que tienen a su cargo a un pariente que necesita atención permanente (grandes dependientes). Para el familiar que asuma estos cuidados, el Ejecutivo destina hasta 487 euros. Otro problema es la precariedad salarial que azota a más de 360.000 jóvenes, siempre según cifras del Gobierno, para los que resulta incompatible alquilar una vivienda y llegar a final de mes. Desde enero, el Gobierno paga una renta para la emancipación de 210 euros al mes a los jóvenes de entre 22 y 30 años que no llegan a los 22.000 euros.

En el ámbito de los requerimientos más amables se encuadra el cheque-bebé, por el que una madre española o con dos años de residencia recibe 2.500 euros si concibe un niño o lo adopta, cantidad que se incrementa hasta los 3.500 en función de otras variables. Combinando las prestaciones aprobadas con las comprometidas en precampaña, un hombre o una mujer de entre 22 y 30 años con unos ingresos inferiores a los 22.000 euros, que tenga un hijo o lo adopte y que cuide de un familiar discapacitado recibiría con el PSOE 13.664 euros anuales. En comparación, el sueldo medio en España es de 18.000 euros.

En el caso del PP, llegaría a los 12.264 euros si se trata de una mujer, el sector en el que el PP se ha concentrado esta precampaña comprometiendo una deducción de 1.000 euros en la cuota del IRPF. Un varón alcanzaría los 11.264 euros sin contar la exención del IRPF si gana menos de 16.000 euros.

Ni PP ni PSOE pierden tampoco de vista el caladero de votos del pensionista. Con la subida de 200 euros para las pensiones mínimas del PSOE, un jubilado alcanzaría los 8.644 euros si a esa cifra se le suma la prestación por el cuidado de un gran dependiente que, en muchos casos, es la propia pareja. Con el PP, llegaría a los 7.644 euros contando con una subida de 150 euros en las pensiones.

Un experto como el catedrático de sociología de la Universidad Complutense, Fermín Bouza, no cree que estos reclamos tengan el gancho electoral que se les presume. "El 90 por ciento ya tiene su voto decidido", sostiene en conversación con este diario. "Estas ofertas van en la línea de mantener la presencia ideológica que, en el caso español, ha sido mucho más importante que los líderes", explica. Pese a que "no está probado que en España el líder juegue un papel empíricamente más importante que las siglas", Bouza aprecia que se está produciendo "un cambio histórico por el que está creciendo la idea de votar a los líderes políticos".

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