El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recalcó ayer que la Constitución no es "inmodificable", pero reclamó que para abordar algún cambio es necesario consenso y prudencia.

En su última intervención en el Debate sobre el estado de la Nación y ante las peticiones de reforma constitucional que plantearon algunos portavoces, Rajoy señaló que la Constitución se puede reformar.

"Pero conviene ser prudente y saber muy bien qué es lo que se quiere hacer y las posibilidades de consenso y acuerdo", precisó el jefe del Ejecutivo. En esa línea, insistió en que es muy importante saber con claridad "a dónde queremos ir y ver -agregó- el grado de consenso al que queremos llegar".

Cataluña y su encaje es el gran problema. El portavoz de ERC en el Congreso, Alfred Bosch, recomendó ayer a Rajoy que "despierte" y "mire la realidad" porque la consulta soberanista se celebrará "sin duda" el 9 de noviembre, por mucho que el Ejecutivo la tache de "imposible" o ilegal.

"Contaré hasta tres y usted abrirá los ojos. Un, dos, tres, ¡despierte señor Rajoy!", le reclamó Bosch nada más subir a la tribuna del Congreso en su intervención, en la que le pidió que salga de "Matrix" y vea los seis millones de parados o las 150.000 empresas destruidas. Para el portavoz de ERC "no hay peor Rajoy" que el que no quiere escuchar, ver o sentir, y por ello le alertó de que "aplastar la voluntad democrática" de los catalanes equivale a hacerlo con la misma democracia en España.

Frente a ello, Bosch se dirigió directamente a los españoles, "a la buena gente" para sentarse a hablar, entenderse, aceptar la voluntad democrática de los catalanes y ser "buenos vecinos" y pueblos amigos. "Nos miraremos a los ojos de tú a tú, con respeto, como iguales, porque nunca, nunca, nunca seremos en esclavos del poder", proclamó.

La portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, garantizó por su parte que todos los diputados socialistas, incluidos los del PSC, votarán unidos hoy las propuestas de resolución derivadas del Debate sobre el estado de la Nación, entre ellas las que hagan alusión al problema catalán.

La promesa llega un año después de las desavenencias registradas en el debate del 2013, cuando los diputados del PSC rompieron la disciplina de grupo de los socialistas y votaron a favor de sendas propuestas de resolución sobre el derecho a decidir, salvo Carme Chacón, que optó por no votar, cuando la instrucción era abstenerse.

Todos ellos fueron sancionados con una multa de 600 euros, la mayor contemplada en sus estatutos, el diputado José Zaragoza acabó dimitiendo como secretario general adjunto del grupo socialista y se generó tal crisis interna que no faltaron las voces que reclamaron al PSOE que rompiera con el PSC . Han tenido que pasar meses para que las relaciones se normalizaran. "El PSOE votará conjuntamente, por supuesto", aseguró ayer Rodríguez al ser preguntada sobre si hoy podría repetirse ese episodio, ya que hay propuestas de CiU, ICV y ERC similares a las de hace un año.