El Rey ha comenzado a dar pequeños paseos por la habitación del hospital, con la ayuda de un andador, y ha recibido las visitas de la Reina y dos ministros, Ana Mato y Jorge Fernández Díaz, que le han encontrado con buen aspecto, muy animado y sin dolores. "El postoperatorio inmediato ha transcurrido de forma satisfactoria, mejor de lo previsto", subrayaba el parte médico leído a mediodía por la gerente del hospital, Lucía Alonso, y firmado por los cirujanos Miguel Cabanela -responsable de la operación- y Robert Trousdale, y por el jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández Tapia-Ruano. La nota del equipo médico no incluye un pronóstico sobre el tiempo previsto de hospitalización, pero en la Casa del Rey descartan que pueda recibir el alta antes del próximo lunes.

Después de que el miércoles, en su primer día tras la intervención quirúrgica, se levantara de la cama para permanecer sentado "durante un corto periodo de tiempo", Don Juan Carlos ha dado "unos cuantos pasos por la habitación" del hospital, en la que "ha caminado, ayudado por el andador", según ha relatado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el último que le ha visitado. A su salida, Fernández Díaz insistía en dejar claro que había visto a Don Juan Carlos "sinceramente espléndido" y "muy animado", con un aspecto que le dejaba "muy tranquilo".

Poco antes, la Reina, que le ha visitado por la tarde durante una hora y cuarto, antes de acudir a un acto oficial, también coincidía en señalar que le había visto muy animado, destacaba los pasos que había empezado a dar y explicaba, además, que Don Juan Carlos no sufría dolores. En parecidos términos se había pronunciado por la mañana la titular de Sanidad, Ana Mato, quien, tras acompañar al jefe del Estado media hora, afirmó que le había visto "con muy buen aspecto" y "muy animado" y recalcó que los médicos le habían confirmado que la evolución de Don Juan Carlos era "muy favorable, incluso más de lo previsto". "No hay más que verle para saber que la operación ha sido un éxito", ha proclamado la ministra en su breve comparecencia informativa, en la que ha eludido contestar a una pregunta sobre el debate político abierto en los últimos días sobre la conveniencia de que el Rey hubiera sido intervenido en un hospital público.

Este jueves se ha sabido asimismo que el doctor Cabanela, que dirigió la operación del pasado martes en la que se sustituyó la prótesis de cadera y que coordina ahora su recuperación en el Hospital Quirón de Madrid, aceptó este trabajo con el expreso deseo de no cobrar nada, porque entiende que es lo correcto de acuerdo con su sentido del deber. Según han explicado fuentes de la Casa del Rey, el cirujano gallego manifestó su deseo de no cobrar nada por la intervención quirúrgica y la atención médica posterior al jefe del Estado y así lo hicieron también, en anteriores operaciones de don Juan Carlos, el neurocirujano Manuel de la Torre y el traumatólogo Ángel Villamor.

Quien sí cobrará por su trabajo en el quirófano junto a Cabanela es el cirujano estadounidense Robert Trousdale, que ha regresado a EEUU y que procede también de la Clínica Mayo de Rochester, por lo que este centro médico de Minnesota pasará la minuta correspondiente a la Casa del Rey. Cabanela ha demostrado su personalidad altruista en numerosas ocasiones cada vez que visitaba su villa natal, Mondoñedo, en la provincia de Lugo, donde pasaba consulta en su propio domicilio a convecinos, y también ha realizado operaciones gratis en países como Guatemala o Vietnam, donde ha ejercido su especialidad como labor social.

Ni el ingreso del Rey ni las visitas que recibe el jefe del Estado han afectado al ritmo de actividad normal del Hospital Quirón, un centro sanitario privado que atiende diariamente un promedio de 1.166 consultas y 216 urgencias médicas y en el que se practican unas 50 intervenciones quirúrgicas al día, según los últimos datos disponibles, correspondientes a 2012.