Sucesión en el psoe

Sánchez agasaja a Andalucía

  • Susana Díaz es la primera 'baronesa' con la que se reúne en Ferraz. Le traslada la necesidad de un PSOE unido y el objetivo fundamental de las elecciones municipales.

La Agrupación andaluza del PSOE, la más numerosa y potente de todas, nucleada y sin fisuras en torno al liderazgo de Susana Díaz, ha vuelto a inclinar la balanza. Esta vez en favor de Pedro Sánchez, cuya alianza con la dirigente andaluza se antoja hoy aún más estrecha que antes de las primarias.

Los datos de las votaciones de la histórica jornada de ayer para los socialistas, las valoraciones posteriores de sus dirigentes y las coincidentes interpretaciones de la opinión pública parecen diseñar un escenario y un guión que, como en el cine, apuntan al "principio de una buena amistad" política entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. De hecho, el nuevo líder del PSOE abrió ayer su primera ronda de consultas para negociar la composición de la ejecutiva federal con una reunión con Díaz.

El futuro secretario general ha barrido en Andalucía con resultados incuestionables: ha ganado en once comunidades autónomas y en 32 provincias (en las ocho andaluzas), mientras que su principal competidor, Eduardo Madina, vencía en seis regiones y en 19 provincias. Ambos han empatado en Barcelona.

Antes de la campaña, el dirigente socialista conversó con muchos barones, pero admitió que para dar el paso y presentar su candidatura habló con Susana Díaz, a la que por aquellos días se pedía desde muchos sectores del partido que encabezará la renovación ante la encrucijada en la que se encuentra el PSOE.

Después de intercambiar impresiones con el todavía secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante una hora y media, Sánchez salió de la sede federal socialista en busca de Díaz y los dos recorrieron juntos un tramo hasta Ferraz, ante la expectación de los muchos periodistas congregados a la entrada.

Por la tarde, Sánchez también recibió al otro presidente autonómico socialista, el asturiano Javier Fernández, a quien todas las voces han situado en la órbita de Madina en esta campaña. Fernández se mostró "muy tranquilo" sobre la futura unidad del PSOE y subrayó: "Él (Sánchez) tiene una voluntad de integración total y nosotros, todos, la voluntad de estar integrados".

Preguntado por la fecha de las primarias, Fernández admitió que también han abordado este asunto, si bien ha precisado que no le ha trasladado a Sánchez "nada específico". "Ése es un compromiso que tenemos; ya veremos cómo se dilucida", señaló el presidente asturiano.

Pedro Sánchez reiteró en entrevistas en diversos medios que va a proponer noviembre como la fecha de las primarias en las que los socialistas elegirán a su candidato a la Presidencia del Gobierno, si bien defendió la "autonomía" de la nueva dirección y del Comité Federal para decidir sobre ello.

"Iba a proponer noviembre, pero defiendo la autonomía de la nueva dirección, del nuevo secretario general y del comité federal para marcar su propia agenda", indicó, para recordar que el otoño va estar cargado "de hitos políticos de muchísima complejidad y desafíos importantes para España en los que el partido socialista se tiene que centrar", como el debate catalán.

Sánchez quiere mantener un contacto fluido y constante con los territorios y que su nueva Ejecutiva se desplace por las federaciones, en la idea de involucrar a todo el mundo en un plan de acción política que tiene como objetivo ganar las elecciones de mayo de 2015.

Fuentes de su equipo explicaron que ése es uno de los mensajes principales que trasladó a Susana Díaz y Javier Fernández. Con Díaz -con quien ya habló el domingo por la noche, tras ganar la consulta a las bases- se vio antes que con nadie.

También habló ya por teléfono con el resto de secretarios regionales del partido, incluso con algunos, como con el madrileño Tomás Gómez, se vio en persona en la sede de Ferraz tras conocerse su victoria.

Las mismas fuentes subrayan que ha recibido a Díaz y a Fernández primero porque son los dos presidentes autonómicos con los que cuenta el PSOE; además, representan las dos supuestas sensibilidades que ha habido en esta campaña, en la que se ha dicho que la andaluza apoyaba a Sánchez y, el asturiano, a Madina.

Todos ellos coinciden en la necesidad de evitar divisiones y trabajar por la unidad y la integración del partido, algo que Sánchez trasladó a sus dos interlocutores, así como al todavía secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El objetivo que los socialistas tienen ahora en mente es ganar las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015, y con esa meta en la cabeza Sánchez pretende que todo el partido se ponga a trabajar, de acuerdo con las mismas fuentes.

Sánchez tiene todavía casi quince días por delante para negociar su nueva Ejecutiva, un proceso al que habitualmente los socialistas sólo podían dedicar una noche, la posterior a la elección del nuevo secretario general en un congreso.

Ahora, con la consulta a las bases celebrada el domingo, los márgenes se han ampliado notablemente, ya que el congreso no es hasta el 26 y 27 de este mes. Su equipo espera que Sánchez se tome unos días de descanso tras un mes en la carretera entre la precampaña y la campaña.

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