Societat Civil Catalana (SCC) hizo ayer un llamamiento a que la Cataluña "silenciada" se movilice este domingo en la manifestación que ha convocado en Barcelona y que prevé que sea "la mayor de la historia" de la entidad, cuyos dirigentes reclamaron "diálogo" a la Generalitat y que a la vez rechazan mediación de ningún tipo.

Los vicepresidentes de SCC Álex Ramos y Miriam Tey desgranaron los detalles de la concentración que saldrá a las 12:00 de la plaza Urquinaona y recorrerá toda la Via Laietana hasta la Estación de Francia, bajo el lema "Prou! Recuperem el seny" (¡Basta! Recuperemos la sensatez'). El escritor Mario Vargas Llosa, el ex presidente del Parlamento Europeo Josep Borrell y la cineasta Isabel Coixet harán discursos durante la manifestación en la ciudad condal.

Tey adelantó ayer que está prevista la asistencia de 25 asociaciones y otras personalidades "de la vida cultural, mediática y política", además de Ciudadanos, PP y PSC, aunque los socialistas explicaron ayer que no acudirán como organización, sino que su previsión es que vayan militantes. Otras personas que acudirán son el ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo los catedráticos de Derecho Constitucional Francesc de Carreras y Teresa Freixes, el ex ministro Josep Piqué, la portavoz de Libres e Iguales, Cayetana Álvarez de Toledo; el escritor Arcadi Espada y los eurodiputados Santiago Fisas, Enrique Calvet y Teresa Giménez Barbat, entre otros. También han confirmado su presencia el líder del PP catalán, Xavier García Albiol; el líder de C's, Albert Rivera, y su dirigente en Cataluña, Inés Arrimadas, y entidades como Empresaris de Catalunya, Recortes Cero y la Asociación Catalana de Víctimas del Terrorismo..

Ramos, por su parte, rechazó ayer dar una cifra de asistencia, pero adelantó que está prevista la llegada de unos 100 autobuses y vaticinó que será "la manifestación más grande que hemos hecho el sector constitucionalista o unionista". El dirigente de SCC pidió que la marcha sea "una manifestación pacífica y con un tono constructivo", y llamó a la ciudadanía a llevar banderas catalanas, españolas constitucionales y de la UE. Aseguró que no aceptarán "entidades ni simbologías que no reflejen valores democráticos" y que SCC tendrá un servicio de orden de entre 100 y 200 personas encargadas de controlar la manifestación y retirar los símbolos preconstitucionales que pueda haber.