-Con su libro 'Movilízate', ¿pretende seguir la estela del 'Indignaos' de Hessel y el 'Reacciona' de José Luis Sampedro?

-Bueno no lo sé, yo sigo la mía. Les tengo respeto a ambos, aunque puedo no compartir alguna de sus ideas o recetas. Lo que pretendo, aparte de expresar la indignación y el malestar por una situación resultado obvio de lo mal que han hecho las cosas los dos partidos grandes, es decir que hay que dar un paso adelante e involucrarse en política. Frente a una sociedad que ve la política como uno de sus problemas fundamentales -y eso lo dice el CIS en cada encuesta- hay que recuperar la idea de que la política es la única manera de mejorar la realidad y de que no es una mierda. Ciertas formas de practicarla, sí. Pero yo quiero contribuir a que se haga de otra manera.

-¿Qué es lo nuevo que propone?, porque movilizándonos llevamos muchos bastante tiempo...

-Sí, pero hay una cantidad importante de gente que no vota y que sigue creyéndose la mandanga del voto útil. Creo que eso, afortunadamente, está cambiando y la suma de PP-PSOE, por primera vez en la historia, no va alcanzar el 50% de los votos y eso dará lugar a una sociedad mucho más plural y a un gobierno mucho más interesante, de consenso, de pacto y negociación que creo necesario y que sería un reflejo de la realidad de la calle. Valoro mucho la necesidad de cambiar la Ley Electoral. Porque no estamos justamente representados y porque la impermeabilidad de los órganos de los partidos grandes ha expulsado al talento de la política. Hoy en día, quienes están en ellos son los elefantes viejos o los mediocres obedientes. En un partido grande, cuando alguien lleva la contraria o se comporta de manera valiente, se le expulsa. Y esa es la causa de que en cada legislatura, tengamos gobiernos peores. Es necesario que la ciudadanía pueda tachar de la lista a aquellos a quienes no quiere ni ver. En mi Comunidad Valenciana, el PP volvió a ganar con mayoría después de todos los casos de corrupción, pero quiero pensar que muchos de mis ciudadanos hubiesen quitado de la lista a los corruptos si hubiesen podido.

-¿Contra qué y quién?

-Lo que propongo es movilizarse a favor de una nueva manera de entender la política, de democratizar los partidos, de hacer más participativa nuestra democracia. A favor de una Ley de Transparencia, real, que hoy no existe. Y de que por fin haya controles independientes en un país en el que los partidos grandes han podido hacer todas las barbaridades en las cajas de ahorro, con las preferentes, sin que ni la Fiscalía, ni el gobernador del Banco de España, ni la Comisión Nacional del Mercado de Valores digan ni pío. Y sin que sepamos cómo se financian. Ahí está la causa de nuestra situación económica, que van a estar pagando hasta nuestros nietos. Esto es una vergüenza y es lo que no quieren cambiar ni el PP, ni el PSOE ni Izquierda Unida. Esto hay que cambiarlo ya. Y como ellos no lo van a cambiar en la vida, hay que hacerles a un lado, hay que echarles.

-¿Echarles? ¿a todos?

-Ellos no van a querer hacerlo voluntariamente. Ni siquiera un partido como IU, que lleva diciendo toda la vida que quiere cambiar la Ley Electoral, lo hace cuando puede. Aquí, en Andalucía, debiera obligar al PSOE a llevarlo a cabo. Y ni lo hace ni lo hará. En la Asamblea de Madrid, tampoco vota a favor de ese cambio. Creo que hay movilizarse día a día. Estoy en un partido en el que el 99,9% de la gente no somos políticos, sino ciudadanos cansados de cómo funcionan las cosas y sabemos que si no formamos parte del cambio, los que han creado el problema no lo van a cambiar, es mentira. El PSOE y el PP están haciendo "como que...". La Ley de Transparencia se discute a puerta cerrada. Simbólicamente, esto es ya bastante vomitivo. Y luego, también, crea una Ley de Administraciones Públicas que es mentira. No se puede cambiar el despilfarro ni las duplicidades que hay porque no tiene herramientas el Estado para obligar a las comunidades autónomas a que lo hagan. El país está en un momento muy difícil que necesita decisión y un líder, no un Mariano Rajoy escondido que se comporta de forma cobarde.

-Y esa líder sería Rosa Díez.

-Para mí Rosa Díez le da mil vueltas a Mariano Rajoy, porque yo lo que quiero es a un hombre o una mujer de Estado, no a un hombre de partido. En estos momentos a Rajoy le preocupa más su casa que su país. Rosa es una mujer valiente, que no tiene hipotecas, que tiene palabra y a quien no le temblará el pulso a la hora de reorganizar las administraciones... porque allí nosotros no tenemos colocadas a miles de personas, que es lo que tienen el PSOE, el PP e IU.

-El último sondeo de 'El Periódico' les da entre 31 y 33 escaños.

-Hay que ser cautos. Es un crecimiento muy grande, un premio a una buena labor de partido y de liderazgo de Rosa. Pero hay que recordar que las encuestas son encuestas y que a la gente le cuesta mucho ya confiar en nadie. No debemos fallarles.

-¿Cuál es el peor actor del Congreso?

-Rubalcaba, por sobreactuado, y Rajoy, por aburrido y por su falta de riesgo y de presencia: no está y cuando está, tampoco está, es un horror. Te responde lo que le da la gana y con nosotros es especialmente duro, siguiendo una estrategia cobarde. Lo grave es que se les ve el cartón y veo que muchas veces ni ellos se creen lo que están diciendo. Y lo triste es que, luego, detrás del escenario, muchos nos dan la razón, pero no se atreven a llevar la contraria a su partido.

-¿Una protagonista, un malo, un cómico?

-La protagonista, Soraya. Y el malo es Montoro; el de la pasta, Montoro. ¿Un cómico? A mí no me hace gracia ninguno.

-Toca Twitter: tiene más seguidores que habitantes Cádiz, acumula 25.000 tuits en dos años y tiene un Klout (influencia en las redes sociales) de 74 sobre 100. Y no para de tener problemas. ¿Se ha planteado contratar a un community manager?

-No, y no lo tengo. Si lo tuviese, ya lo hubiese despedido. Conforme lo voy usando, aprendo. Y no creo que haya cometido ninguna cagada que no cometamos todos, todos los días. Lo que pasa es que al ser yo, y por el partido en el que milito, se magnifica. Nos están esperando a la mínima por cualquier parida para darnos por todos los lados.

-¿Se arrepiente de alguno?

-No, no. De hecho no los he borrado. Cualquiera puede dar para atrás y están ahí.

-Ayer escribió uno sobre Diego Valderas reproduciendo lo que dijo sobre una ex delegada provincial de Educación de Cádiz.

-Sí, fue lo que dijo él. Vamos, yo digo eso y me lapidan en plaza pública el día siguiente. Diego Valderas, como es de Izquierda Unida, puede hablar de tetas gordas, y yo no. Entre otras cosas, porque no se me ocurriría, porque no tengo semejante gusto.

-¿Cuánto tiempo le dedica?

-Depende. Hay días, como hoy, que solo pongo buenos días, y hay otros que estoy viendo lo que ocurre en el Congreso y lo voy tuiteando. O me tiro media horita enlazando noticias. Es un elemento muy bueno que permite cercanía con la gente, que nos pueda preguntar y que le expliquemos qué estamos haciendo; una buena herramienta a veces sobredimensionada.