Política

El vaticinio de la camarlenga

  • Virginia Pérez, presidenta del PP de Sevilla, alertó tres meses antes de las elecciones generales que el partido estaba “perdido” y “sin rumbo”. Lo hizo en la junta directiva provincial celebrada a puerta cerrada el 8 de enero. El PP perdió el pasado domingo 3,5 millones de votos.

Virginia Pérez

Virginia Pérez / M. J. López (Sevilla)

El PP celebró a puerta cerrada el pasado 8 de enero una junta directiva provincial que, en principio, pasó inadvertida. Se elegían los representantes para la convención nacional prevista a final de mes en Madrid. En esos momentos no estaba cerrado el nuevo gobierno andaluz, el del histórico cambio, porque Vox ponía sus condiciones. Se escenificaba el habitual tira y afloja previo a la negociación de todos los pactos y apoyos de investidura. Esa junta directiva adquiere ahora especial valor tras la debacle sufrida por el PP en toda España. La presidenta provincial, Virginia Pérez, cuestionó la evolución de la nueva cúpula de Génova, que llevaba ya seis meses al frente del partido y que ya había mostrado una derechización exprés y de diseño con el objetivo de tratar de no perder espacio ante su principal nuevo competidor: la formación de Abascal.

Los medios de comunicación no estaban autorizados a asistir a la sesión. Entre el público se encontraba Ricardo Sánchez, el único casadista en Sevilla; Javier Arenas y la mayoría de los pesos pesados del partido.

Virginia Pérez tomó la palabra y sin que nadie lo esperara abordó el estado de la cuestión que, a su juicio, nadie se atrevía a comentar más allá de los corrillos: “Voy a hacer una reflexión de algo que creo que estamos viendo todos. Quedan cinco meses para las elecciones municipales. Por primera vez el centro-derecha está fragmentado. Cada día llegan encuestas y ninguna es buena. Nos dejan ver un escenario donde nos enfrentamos a una división compleja. Todo cambia ahora muy rápido, fruto también de las redes sociales, lo que impide analizar las cosas con la naturalidad y las herramientas de otros tiempos”. En el ambiente se palpaba ya que el discurso sería crítico.

“A nadie se le puede negar que en la provincia de Sevilla lo tenemos complicado, siempre lo hemos tenido complicado”, recordó la presidenta en alusión a que el PSOE es tradicionalmente la lista más votada en la provincia, cuando no directamente arrasa. “Hay que afrontar el escenario con optimismo –continuó– porque vamos a gobernar en Andalucía, pero con realismo, porque el futuro es complejo. En la provincia afrontamos unas municipales en cinco meses y, realmente, los datos no son los mejores. Tenemos que estar más implicados que nunca”.

"No podemos firmar un pacto contra la violencia de género hace año y medio y cuestionar luego la ley"

Y entró en el meollo: “Os voy a pedir un favor a los que vamos a la convención el 18, 19 y 20 de enero. Que vayamos trabajar, que seamos sinceros y valientes. Nunca se gana nada haciéndonos trampas al solitario. Las convenciones nacionales están para hablar de los mensajes del partido. Creo que tenemos que analizar cuál es el mejor mensaje de nuestro partido, dónde queremos estar. No podemos ofrecer en ningún caso una sensación, que es la que me traslada la gente, de no saber qué rumbo queremos. Y eso por suerte o por desgracia es lo que está pasando. A mi me parece oportuno decir las cosas aunque no sea lo políticamente correcto. Creo que aquí, en el máximo órgano directivo, hay que hablar de estas cosas. Así que tanto los miembros natos de la convención como los elegidos en esta junta directiva tienen la obligación de hablar con total naturalidad y libertad. Lo que hemos hecho durante mucho tiempo y con mucho esfuerzo, que ha sido centrarnos, no podemos tirarlo por la borda en diez minutos. La aparición de nuevos partidos políticos no tiene que condicionar en ningún caso nuestro mensaje, porque entonces nos convertiremos en lo que ya son esos partidos políticos”.

"No podemos ofrecer la sensación de no saber qué rumbo queremos"

Acto seguido, Pérez puso ejemplos concretos para dudar de la eficacia de la nueva estrategia del partido: “Nosotros no podemos decir que hoy estamos de acuerdo con una cosa y mañana decir lo contrario, nosotros no podemos abanderar un pacto contra la violencia de género con todas las fuerzas políticas hace año y medio y clamar ahora por las redes sociales que hay que acabar con la ley de violencia de género porque Vox lo solicita”.

"No podemos tirar por la borda toda el esfuerzo de años por centrar el partido"

Y alertó de un peligro máximo: “Nosotros no podemos tener la incoherencia que tiene el PSOE, porque estoy convencida de que si seguimos esa línea incoherente llegaremos a ser insignificantes. Y yo me niego a que el PP sea insignificante. Así que todo el trabajo realizado, todo lo que hemos defendido... Nosotros no nos habíamos movido un ápice de lo que hemos defendido siempre. Yo no entiendo las mudas, las tribulaciones... Lo digo con la mano en el corazón. Yo no entiendo exactamente lo que queremos hacer o dónde queremos estar. Pero veo que estamos perdidos. Es lo que siento como presidenta del PP de Sevilla. Y es lo que tengo que trasladaos porque es mi obligación".

Alusiones a los votantes de Vox

Y continuó con alusiones directas al éxito de Vox en las autonómicas: "Espero que esta convención nacional sirva para centrarnos, para tener en cuenta a esos 400.000 andaluces que representa Vox, que serán muchos más españoles en unas elecciones generales, pero también para tener en cuenta lo que somos, lo que hemos defendido siempre y los debates que hemos superado. Me parece que si no es así, nos estaremos equivocando. Y como yo no puedo ser de otra manera, soy como soy, os pido que cada uno, de la mejor manera que sepa aporte lo que pueda porque entiendo que por corrección tememos mucho decir las cosas. Si no decimos las cosas que pensamos, no llegaremos a ningún sitio, más que a ser insignificantes”.

El PP perdió el pasado domingo 3,5 millones de votos en toda España, de los que 137.362 se le fueron en Sevilla.

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