España

Todo empieza el 12 de mayo

No era su cumpleaños (el 28 de agosto cumplirá 48) pero el caso es que ayer buena parte de los dirigentes del PP se acordaron de él y se dedicaron a echar flores sobre la figura de su prohombre en la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, ese coleccionista de mayorías absolutas que dentro de una semana sabrá si tiene más pasado que futuro político. Sí, la del 12 de mayo será una fecha crucial. Para el Atlético de Madrid, que se dispone a conquistar en Hamburgo un nuevo título continental, y para el presidente valenciano, que podría ir al banquillo por un delito de cohecho impropio por los 12.000 euros en trajes que supuestamente recibió de Orange Market, esa empresa eternamente agradecida a la Administración valenciana. Poco, nada, tienen que ver ambas tesituras, pero lo cierto es que el fútbol es la vida misma y cuando en ésta se acuerdan tanto de uno, lo más normal es que no le vaya nada bien y le pinten bastos, así ocurre cuando un presidente ratifica encarecidamente la confianza en el entrenador que baila en la cuerda floja: sanseacabó, el cese está servido.

Los raptos de exaltación de Rajoy para con el barón que le ayudó a sobrevivir a la marea negra que se desató en Génova tras la derrota en las elecciones generales de 2008 y que le ayudó meses después a sortear los oceánicos charcos intestinos y mediáticos que empaparon el congreso del partido en Valencia ya no son los que eran. Del "creo en ti, y en lo que haces, gracias Paco", hemos pasado a la displicencia del líder del PP, sabedor de que su promesa de ser "implacable" contra la corrupción casaría mal con un ejercicio de contemplación ante la posible imputación de Camps. Sí, es más vergonzoso desconfiar de un amigo que ser engañado por él; precisamente por eso el coro celestial que sonó ayer en defensa de Camps, con tenores como Arenas, Cospedal o Mato, resulta tan entrañable como sospechoso. Bien claro lo dejó caer la número dos: "Camps es el mejor candidato para Valencia, el 12 de mayo ya hablaremos". Es día de grandes finales, cuando renacerán o se apagarán estrellas. Mientras, la imagen de Rita Barberá (que tiene muchas papeletas para la sucesión) protegiendo ayer a Camps con su paraguas lleva olor a gol, eso que lo cambia tooodo.

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