Aniversario

Quince años del asesinato de 8 agentes del CNI en la Guerra de Iraq

  • Siete espías españoles murieron en una emboscada ocurrida a unos 30 km al sur de Bagdad el 29 de noviembre de 2003. Mes y medio antes fue asesinado otro agente español.

  • Un vídeo autorizado por el Gobierno rinde homenaje a las víctimas.

Quince años del asesinato de 8 agentes del CNI en la Guerra de Iraq

Se cumplen 15 años del asesinato de 7 agentes del CNI en la guerra de Iraq. El vídeo que acompaña estas líneas ha sido inspirado por el CNI y aprobado por la ministra Robles, para homenajear a sus agentes y en él aparecen 2 'cougar' ue forman parte del Batallón de Helicópteros de Maniobra IV (BHELMA IV) estacionada en El Copero, en Sevilla.

En la tarde del 29 de noviembre de 2003, ocho meses después de la invasión del país árabe, ocurrió uno de los sucesos más dramáticos en la historia de los servicios de inteligencia españoles: siete espías españoles murieron en una emboscada ocurrida a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad. Viajaban en dos vehículos civiles sin ningún tipo de identificación y sin blindar que fueron atacados con granadas RPG-6 y fusiles Kalaschnikov.

Alberto Martínez, José Merino, José Carlos Rodríguez, José Lucas, Alfonso Vega, Luis Ignacio Zanón, Carlos Baró y José Manuel Sánchez Riera estaban realizando labores de reconocimiento cuando fueron atacados en la población de Lutayfiyah, una zona de responsabilidad norteamericana.

Merino, Rodríguez, Lucas y Sánchez Riera habían viajado a Iraq sólo unos días antes y no se iban a quedar más de una semana. Su presencia en el país árabe se limitaba a una visita preparatoria de la misión que comenzarían a principios del año siguiente en sustitución de los cuatro agentes que ya estaban allí.

De los ocho espías que iban en el convoy, sólo sobrevivió Sánchez Riera, quien en medio del ataque y con heridas consiguió cruzar la carretera en busca de ayuda. Aunque se vio rodeado por una muchedumbre que en ese momento salía de una mezquita, recibió la inesperada ayuda de un noble de la zona que le protegió y así consiguió salir de allí sano y salvo. Una vez recuperado de las lesiones, se reincorporó a sus funciones en el CNI.

Las imágenes de iraquíes, muchos de ellos muy jóvenes, pisoteando los cadáveres de los agentes españoles, mientras alzaban los brazos y hacían el signo de la victoria, dieron la vuelta al mundo. Fue un equipo de la cadena de televisión británica Sky News el que grabó la escena al pasar, sólo unos minutos después, por la zona del atentado.

Pero junto a las muertes de estos siete agentes de los servicios de inteligencia españoles, hay que recordar el asesinato, sólo mes y medio antes, de otro espía, José Antonio Bernal, que ejercía como viceconsejero de Información de la Embajada española. Fue tiroteado a las puertas de su domicilio de Bagdad

Sólo unos días después del atentado, a mediados de diciembre, el Gobierno anunció la detención de los presuntos autores del ataque, y meses más tarde fue arrestado también como presunto colaborador un iraquí que había ejercido como traductor de los propios agentes. Un año después fue puesto en libertad sin cargos.

En el momento del ataque de Lutayfiyah, España mantenía desplegados en Iraq unos 1.200 militares dentro de su participación en la coalición internacional que derrocó a Sadam Husein. Sólo unos meses después, el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero ordenó la retirada de todas las tropas del país árabe.

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