España

La oposición ataca a Zapatero por el uso de un avión militar para un mitin

  • PP, IU, ERC y PNV censuran "la mala utilización de un bien de carácter público" por el presidente, le piden explicaciones y le instan a pagar sus viajes "de su bolsillo"

La polémica por la utilización del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de un avión militar para desplazarse a un mitin del PSOE en Sevilla sigue in crescendo. PP, IU, PNV y ERC coincidieron ayer en censurar esta actitud.

En un acto en Granada, el líder del PP, Mariano Rajoy, tildó de "mentira evidente, notoria y palmaria" la explicación aportada por Moncloa acerca del uso de una aeronave Falcon para el mitin del pasado fin de semana del PSOE en la localidad sevillana de Dos Hermanas. Todas esas críticas han "sorprendido" a Moncloa, quien lanzó un comunicado para asegurar que "el presidente del Gobierno lo es en todo momento y realiza sus desplazamientos como tal, con las medidas de seguridad a las que obliga su cargo, aún cuando tenga actividad de partido". Esa nota afirma que "ésta es la regla que ha regido siempre para la Presidencia del gobierno" y, por ello, consideran "sorprendente" que se intente "crear polémica de esta situación".

En un acto público con militantes en el Mirador de San Nicolás, en el barrio granadino del Albaicín, en Granada, el líder de los populares censuró que Zapatero alegara el uso de ese avión como candidato y no como presidente del Gobierno. "No se puede disponer de algo que es público para algo que es un acto privado, como un mitin del PSOE", dijo. Así, Rajoy acusó así a Rodríguez Zapatero de "engañar" a los españoles, no sólo, según mantuvo, en la existencia de la crisis sino también en este asunto.

Por parte del PP también habló la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, quien anunció que pedirá las comparecencias de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y de la ministra de Defensa, Carme Chacón, para que expliquen la polémica al tiempo que urgió a Zapatero a que abonara "de su propio bolsillo" sus viajes privados y partidistas.

El candidato del PP a las europeas, Jaime Mayor Oreja, ironizó sobre el uso del avión diciendo que "debe ser parte de la economía sostenible explicada por Zapatero".

Pero ahí no paró la cosa para el PP, que acusó asimismo a la vicepresidenta De la Vega de viajar a las Fallas el pasado 19 de marzo en otro avión militar.

Por su parte, IU, PNV y ERC coincidieron en el Congreso en censurar la utilización de ese avión por parte de Zapatero instándole a que dé explicaciones e, incluso, a que devuelva el dinero gastado. Para el diputado de IU, Gaspar Llamazares, el uso del Falcon del Ejército es un ejemplo de "mala utilización de un bien de carácter público", como lo es para el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, quien ve "sorprendente y severamente criticable" que el presidente se sirva de bienes públicos "para objetivos que no son directamente vinculados con su responsabilidad como presidente".

Desde el PSOE, su portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso, respondió a las críticas asegurando que el uso del avión es "exactamente igual" que el uso del coche oficial.

El primer debate en televisión entre los cabezas de lista del PSOE y el PP a las elecciones europeas, Juan Fernando López Aguilar y Jaime Mayor Oreja, respectivamente, puso de manifiesto que el segundo es absolutamente prescindible. Para ser justos, la cosa arrojó un resultado claro: no ganó ninguno, perdieron los más de dos millones de sufridos televidentes que cumplieron el deber ciudadano de intentar estar informados antes de ejercer el sacrosanto derecho al voto el próximo 7 de junio. Además, televisivamente, con la moderadora fuera de juego, el ejercicio resultó un fiasco.

Mayor Oreja, un político cuyo mayor mérito resultó ser estar en la terna que Aznar barajó para sucederle -descartado, como es sabido, a favor de Mariano Rajoy- y pasar por el Ministerio del Interior como el mejor ministro del ramo siendo posiblemente el peor, estuvo añejo. Pero no tanto como para que López Aguilar sacara a la luz sus raíces franquistas. Ahí, el canario apuntó mal: el vasco puede ser de derechas, muy de derechas, pero a estas alturas de la España democrática nadie puede calificarlo de cavernario, de la costilla del caballo de Pavía.

Durante el debate, el cabeza de lista de los populares estuvo antiguo, cansado -con un ojo algo a la virulé al estilo Pedro Solbes- y muy crítico, pero ni él está para medias maratones ni España, con más de cuatro millones de parados, es Jauja, aunque Zapatero esté convencido de que, con el nuevo patrón de crecimiento que patrocina, haya que santificarle y votarle sin rechistar.

Aunque tiene un problema de registros, López Aguilar estuvo moderado para lo que suele ser él, y menos bronceado de lo habitual gracias a la mano mágica de la maquilladora o el maquillador (no vaya a ser que el género pueda resultar un matiz decisivo) o por esta larga campaña electoral tan eclipsada. Le sobraron algunas subordinadas, estuvo demagógico en exceso y demasiado reverencial ante el sumo sacerdote del socialismo democrático. Menos mal que Elena Valenciano, artillería gruesa del PSOE en todas las elecciones e incombustible, lo releyó en un sms de urgencia al filo de la medianoche con la mayor de las generosidades y, por supuesto, con una alta dosis de partidismo: López Aguilar es un ángel, y Mayor Oreja, un demonio.

De Europa; es decir, de la UE, nada de nada, o para ser justos, algo menos que nada, que es más bien poco.

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