Unas 5.000 personas, según la asamblea de vecinos, se manifestaron ayer en Burgos para pedir de nuevo la paralización de las obras en el barrio de Gamonal, sin que se registraran incidentes tras cuatro días de altercados y con el propósito de seguir con las movilizaciones.

Los vecinos rechazan la conversión en bulevar de un tramo de unos 800 metros de la calle Vitoria en la capital burgalesa, una de las arterias principales de Burgos, que une el barrio de Gamonal con el centro de la ciudad.

Frente a un dispositivo policial reforzado con cien antidisturbios, los manifestantes reclamaron ante la comisaría la liberación de los 20 detenidos que siguen a disposición judicial a raíz de los altercados de los últimos cuatro días.

Fuentes policiales aseguraron que algunos de los alborotadores son miembros de Resaca Castellana, un grupo de extrema izquierda. El PSOE acusó a Interior de tratar de criminalizar las protestas y subrayó que la mayoría de detenidos son de Burgos, no antisistema llegados de otras partes de España.

El alcalde, Javier Lacalle (PP), explicó el domingo que los incidentes de los últimos días "no representan a Burgos ni a los burgaleses" y reiteró su intención de continuar adelante con las obras porque "la presión violenta de unos pocos no pude doblegar la voluntad democrática".