Bach y Vivaldi se enfrentan en el Monasterio de San Jerónimo de la mano de la  Orquesta Ciudad de Granada (OCG) junto a su coro, dirigido por Lluis Vilamajó, y con las voces de Verónica Plata, Solomia Antonyak y Miguel Ángel Hernández, en el Monasterio de San Jerónimo (12 horas). Será uno de los últimos conciertos de Lluis Vilamajó al frente de la coral, que abandonará tras el verano reclamado por artistas de la talla de Jordi Savall. "El motivo de que sean estos y no otros los músicos enfrentados es simple: son compositores de la misma época con visiones muy diferentes. Una es la parte protestante de Bach, caracterizada por la sencillez y simplicidad del barroco alemán y la otra es la sinergia del barroco italiano, que encontramos con Vivaldi. Y es muy bonito compararlos", señala el artista catalán.

La formación está formada por una treintena de voces, en su gran mayoría de Granada, y las personas que lo componen no son profesionales. Sin embargo, componentes de coro y orquesta han sabido compenetrarse con soltura gracias a que, como reconoce satisfecho el director, "la actitud de las dos partes ha sido buena, buenísima, ha sido fantástico. La orquesta es de las mejores que hay en España y su actitud es preciosa.  Está bien también el esfuerzo que han hecho los cantantes amateurs del coro, un esfuerzo muy grande para llegar al gran nivel casi profesional. Ha funcionado bien gracias a la actitud de todas ellas".

El concierto se desarrollará en el Monasterio de San Jerónimo, que para Vilamajó es un sitio que "ayuda muchísimo a cantar mejor, a sentirse mejor, a expresarse mejor... la orquesta, el coro, la música y el sitio en San Jerónimo, es un regalo".

De los demás conciertos y actuaciones del Festival Extensión, se queda con "los que son un poco más íntimos, porque tienen algo especial para mí, sobre todo cuando es un cantante con un piano, un poco más simple. Me gusta muchísimo esta intimidad, pero no puedo decir ninguno en concreto", señala.

Esta actuación será la penúltima de Luis Vilamajó como titular del coro, después de haber estado al frente dos años. "Estar en el coro de la orquesta de Granada es un lujo", reflexiona, aunque matiza que espera volver alguna vez "si me invitan".