Festival de Música y Danza de Granada/ Crítica

Yuliana Avdeeva embelesa en los Arrayanes

Yuliana Avdeeva ofreció un concierto la noche del lunes en los Arrayanes.

Yuliana Avdeeva ofreció un concierto la noche del lunes en los Arrayanes. / Antonio L. Juárez/ Photographers (Granada)

La pianista moscovita Yulianna Avdeeva visita el Festival de Granada con un programa sumamente interesante. Avdeeva, una de las grandes pianistas del momento y en plena madurez artística, estableció un interesante diálogo entre la música de tecla de Johann Sebastian Bach y los Preludios y fugas de Dmitri Shostakóvich, pues ambos genios, separados por doscientos años de evolución en el lenguaje musical, comparten sin embargo una concepción extemporánea de las capacidades tímbricas del instrumento y del lenguaje contrapuntístico, explorando su más pura esencia a través de las teclas del clave o del piano, respectivamente.

Programa

La intérprete abrió el concierto con la Suite inglesa núm. 2 en la menor BWV 807 de Bach, una obra de carácter cortesano muy al estilo de las suites de danzas que tan populares eran en el momento. Sin solución de continuidad, Yulianna Avdeeva abordó el preludio y las siete danzas de que se compone esta suite con una preclara visión del estilo y el trabajo motívico de la partitura; a la perfección técnica de su digitación y mecánica se unieron un gusto exquisito y una flexibilidad en la articulación de los elementos temáticos y los distintos ritmos contrastantes verdaderamente idóneos para esta música. Su versión presentó, como requiere esta música, muy poco pedal y una ornamentación elegante y discreta que adornó bellísimamente las danzas de esta suite, que resultaron muy del agrado del público.

Como interludio previo a la siguiente obra de Bach se interpretó el Preludio y fuga en re mayor de Dmtri Shostakóvich. El compositor ruso, en el doscientos aniversario de la muerte de Bach, decidió componer una colección de preludios y fugas en las distintas tonalidades, emulando el famoso Clave bien temperado del genio barroco. Se dice que la imitación es la mejor forma de admiración, y Shostakóvich declaró de este modo su incondicional devoción al compositor alemán. La escritura de esta pieza, llena de un contrapunto sencillo pero de enorme agudeza, fue desarrollada magistralmente al piano por Avdeeva.

Le siguió en el programa la Toccata en re mayor BWV 912 de Bach, una de las más íntimas y emotivas del repertorio. Esta cualidad fue aprovechada por la pianista para engarzar una interpretación de gran belleza y sentimiento contenido en sus distintas secciones, sin concesiones a elementos fuera de estilo pero explorando la capacidad evocadora de sus melodías.

Nuevamente, Yulianna Avdeeva intercaló otra obra de su compatriota Shostakóvich, el Preludio y fuga en do sostenido menor. Esta obra, que quedó inconclusa a la muerte del compositor, fue completada por su alumno y discípulo Krzystof Meyer en 2020, y pudimos escucharla por primera vez en el festival en la interpretación de esa velada. Más personal en la definición de los temas musicales, pero igualmente magistral en el tratamiento contrapuntístico que la obra precedente, es un alarde compositivo que puestos en las manos de Avdeeva hizo las delicias del auditorio.

El concierto se cerró con la interpretación de la Partita núm. 2 en do menor BWV 826 de Bach. Esta segunda partita es una muestra del lenguaje cortesano para uso doméstico que el compositor exploró en los años previos a instalarse en Leipzig; más libre y audaz en su concepción, se abre con una Sinfonía a la francesa y, tras cuatro danzas estándar dentro de las suites barrocas, concluye con un magnífico Capriccio para tecla, un alarde de contrapunto e inventiva. Yulianna Avdeeva demostró su habilidad al teclado y su profundo conocimiento del estilo en la interpretación de esta última obra, con una pulsación perfecta y un establecimiento de las dinámicas y los tempi verdaderamente sublime y muy dentro del espíritu bachiano.

El concierto concluyó con una prolongada ovación del público asistente, en agradecimiento a la excepcional interpretación de Yulianna Avdeeva, quien ofreció como propina la Bagatela núm. 1 de Valentin Silvestrov, un compositor que hace unos meses tuvo que exiliarse de Kiev, donde vivía, y que acaba de recibir el Shostakóvich Award. La pianista explicó que coincidió con él en la ceremonia de entrega de este premio y cómo su música le había conmovido; por ese motivo, en recuerdo a su persona y su arte, y en apoyo a tantas personas que viven en estos tiempos los desastres de la guerra, Avdeeva ofreció esta propina. El insistente aplauso de los asistentes la persuadió para dar una segunda propina perteneciente al cantor de Leipzig, clausurando este espléndido recital, que se enmarca dentro del ciclo Bach Modern del Festival granadino.

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