El Festival Internacional de Música y Danza de Granada, en su 69ª edición, se hará eco del 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven, programando una interesante selección de su obra. Al unirse a esta celebración está, de forma indirecta, rindiendo homenaje igualmente a los Conciertos del Corpus Christi que dieron origen al Festival hace ya más de un siglo, ya que la programación de estos conciertos a comienzos del siglo XX a menudo incluían música del genio de Bonn como parte del movimiento revisionista de la música centroeuropea que se vivió en España hasta el periodo de entreguerras.

Como broche de esta programación beethoveniana tendremos la oportunidad de escuchar una Sinfonía núm. 9 “Coral” más grande que nunca, en la que el Coro y Orquesta Ciudad de Granada, dirigidos por Miguel Ángel Gómez Martínez, convocarán una masa coral de hasta 200 voces proveniente de distintos coros en un esfuerzo conjunto con la Federación de Coros de Granada; de este modo, la Oda a la Alegría de Schiller resonará con la potencia y vigor que la historia ha querido darle en la genial armonización de Beethoven.

Siguiendo con esta línea de rememoración de hechos históricos, allá por el año 1888 sonó en la Alhambra por primera vez dentro de los conciertos del Corpus la Sinfonía núm. 6 “Pastoral”, una obra programática que ha tenido múltiples revisiones en el mundo de las artes escénicas. En recuerdo a aquella interpretación histórica la compañía de danza Malandain Ballet Biarritz estrena en el Generalife su espectáculo Pastorale, en el que se crea un bello hilo argumental a partir de las notas de aquella sinfonía. Los jardines del palacio de verano serán también el escenario ideal para que, bajo un manto de estrellas y en el frescor de la noche granadina, se interpreten La fierecilla domada de Shostakovich por el Ballet de Monte-Carlo, y La bella durmiente de Chaikovski a cargo del Aalto Ballet Essen.

Y es que el Festival de Granada, el decano de los festivales estivales en nuestro país, tiene mucha historia que contar, y muchos hitos que rememorar. Otro ejemplo de ello es el guiño que se hace en esta edición al estreno en España de la Sinfonía de los Mil de Gustav Mahler, que tuvo lugar precisamente en el Palacio de Carlos V hace cincuenta años. Los encargados de volver a poner en atriles esta magna obra serán la Orquesta Nacional de España, la misma que la estrenó hace medio siglo, dirigida por Josep Pons y acompañada por el Orfeón Donostiarra y el Orfeón Pamplonés.La Orquesta Filarmónica de Róterdam continuará con los aniversarios, dedicando su visita al Festival de Granada a varias efemérides del siglo XX: la muerte de Max Bruch, de quien se interpretará su Concierto para violín, y el 75 aniversario del final de la II Guerra Mundial con el recordatorio del estreno de la Novena Sinfonía de Shostakovich.

También habrá lugar para otros hitos históricos más lejanos en el tiempo, como son el quinto centenario de la primera vuelta al mundo. La Accademia del Piacere estrena Gugurumbé, con dirección musical de Fahmi Alqhai y escénica de Antonio Ruz a partir de música de Mateo Flecha, Gapar Fernándes o Montsalvatge, entre otros. Del renacimiento temprano que vivió el inicio de la era de los descubrimientos tendremos también en el Monasterio de San Jerónimo los motetes de Dufay interpretados por Cantica Symphonia, y la música de John Talbot en el espectáculo Path of Miracle del conjunto británico Tenebrae.

Pero hay mucho más en la programación de este año, pues tras el esplendor de los grandes conciertos sinfónicos y la danza se esconden pequeñas joyas del repertorio menos conocidas pero igualmente interesantes. Tal es el caso de las reducciones para piano que realizó Franz Liszt de las sinfonías de Beethoven, y que rara vez se escuchan en directo en su forma integral debido a la complejidad y enorme dificultad técnica de estas partituras; cinco pianistas españoles interpretarán esta integral en los conciertos del Corral del Carbón. Por su parte, el violonchelista Adolfo Gutiérrez Arenas acometerá la interpretación de las Sonatas para violonchelo y piano beethovenianas, acompañado al piano por Christopher Park; e imprescindible también es la cita con el Cuarteto Casals en el Patio de los Arrayanes, que ahondará en la evolución del género camerístico que tanto mimo e interés suscitó en Beethoven.

Para ir concluyendo esta valoración de nuestro Festival quisiera hacer mención a un aspecto que en los últimos años se está convirtiendo en un sello personal del festival granadino: la incursión de la fusión con otros estilos. En este sentido, la soprano estadounidense Joice DiDonato revisitará arias de ópera barrocas desde el punto de vista del jazz, convirtiendo en standars y mezclándolos con clásicos norteamericanos; para este concierto estará acompañada de un combo de jazz que describirá el marco sonoro idóneo a esta particular fusión de estilos.

Y, como no podía ser de otra forma, el flamenco estará presente en sus múltiples y ricas facetas. Carmen Linares recorrerá su extensa carrera, ofreciendo en el Patio de los Aljibes una retrospectiva a sus cuarenta años como cantaora. Miguel Poveda, por su parte, presentará Enlorquecido en el Generalife, un homenaje cantado y bailado al poeta granadino. Y el Palacio de los Córdoba será el escenario idóneo para la personal propuesta de flamenco heterodoxo que ofrece el Niño de Elche al cante y la guitarra.

Si con estas palabras todavía no está convencido el lector de las bondades y atractivos del Festival de Granada, pueden ampliar esta información en su página web, donde además se puede encontrar la rica oferta formativa de los Cursos Manuel de Falla, y en breve también la información del FEX, el festival que sale a las calles inundando nuestra ciudad de música y estímulos, una fiesta de los sentidos a la que todos estamos invitados. ¿Se la van a perder?