Fernando Lara. Periodista y miembro del jurado oficial

"Es esencial el apoyo de los poderes públicos al festival"

  • El ex director del Instituto de Cinematografía defiende el papel de Huelva y pide que se apueste por el certamen en los próximos años · Aboga por buscar fórmulas de financiación privadas compatibles.

-Entre tanto festival, ¿se ha devaluado la figura del jurado?

-Los festivales tienen entre sus objetivos destacar determinadas películas, y ese es el papel que el jurado tiene que desarrollar. No creo que se haya devaluado su papel pero sí es importante que haga su labor con ecuanimidad y conocimiento, tras analizar bien la selección. Los jurados son necesarios y está bien que los festivales existan porque de ahí salen películas que se destacan.

-A veces se colocan en el disparadero por decisiones discutidas.

-Es muy difícil. Aquí estamos cinco personas que nos dedicamos al cine, cada una con sus criterios. Pero del contraste de esos criterios se supone que sale una decisión bastante consolidada. Evidentemente cada espectador tiene un jurado en sí mismo, pero de lo que se trata es, por lo menos, de haberlo trabajado y hacerlo lo mejor posible.

-En un festival como éste, ¿se hace más difícil ser jurado?

-Sí, porque el cine iberoamericano tiene bastante necesidad de apoyos para salir adelante. Es una responsabilidad mayor, lógicamente porque estás subrayando determinadas películas, que son las que también estás diciendo a distribuidores y seguidores que merecen más la pena entre las que se han visto.

-Pero con los tiempos que corren, ¿no es más fácil ser jurado que director de festival?

-Dirigir un festival es lo más bonito que puede haber en el mundo. He estado muchos años en el de Valladolid y ha sido la etapa más feliz de mi vida. Ahora es difícil, sobre todo, por las dificultades presupuestarias. Se está cerrando el grifo de manera excesiva, de forma que algunos ya han caído y otros deben restringir sus iniciativas al presupuesto. Las circunstancias económicas hacen que ese camino sea dificultoso pero sigue siendo precioso.

-¿El recorte de presupuesto puede poner en peligro el de Huelva?

-En peligro no. Es un festival tan suficientemente consolidado y enraizado, tanto en Huelva como en España y en toda Iberoamérica, que no. Ahora que, claro, reducir en un 50% el presupuesto es estrechar el cinturón de una manera excesiva. Me parece admirable que Eduardo Trías pueda hacer un festival digno con una restricción de gasto absolutamente excesiva, que debería, de alguna forma, paliarse. No es normal que estemos cortando, cortando y cortando los presupuestos, porque llega un momento en que puede ser inviable. No va a ser el caso de Huelva. Seguro que sale adelante, pero con mucha habilidad y paciencia de los organizadores.

-¿Ha cambiado mucho esto desde que pertenecía al Patronato?

-Sobre todo en la cuestión económica. En la etapa en la representaba al Instituto de Cinematografía tenía más recursos y ahora tiene más dificultad para hacerse. Pero debería tomarse conciencia de la significación que tiene un festival. Éste no es solamente lo que sucede durante siete días; es un foco vivo de cultura cinematográfica. En momentos en que el cine ha ido mal, los festivales han sido el fuego sagrado que ha mantenido su vida en ciudades y países. Y ese papel debe seguir jugándolo.

-Hay voces entre los patronos que hablan de replantear el modelo para el año que viene. ¿Hay que tomar un nuevo rumbo?

-El replanteamiento está siempre bien. Pero no creo que haya que romper su identidad, que es lo más importante. Un festival tiene que ser reconocible, debe tener una personalidad específica que no se confunda con otros festivales. Y eso lo tiene Huelva de muchos años. Manteniendo eso, cualquier innovación sobre las posibilidades del presupuesto es viable. Pero que no se ponga en primer término ese ajuste contra la identidad del festival, que es fundamental.

-¿Es insostenible el modelo actual de financiación pública?

-No lo debería ser porque los festivales deben tener siempre el apoyo de los poderes públicos. En el caso de Huelva, del Ayuntamiento en primer término, de la Junta de Andalucía, de la Diputación y del ICAA. Ese apoyo debe seguir existiendo y, en lo posible, incrementarlo, dada su significación. Pero es verdad que esos apoyos, por las circunstancias económicas que rigen en España en este momento, son quizá más difíciles de aumentar cada año, e incluso de que permanezcan idénticos un año tras otro. En ese aspecto hay que recurrir a la financiación privada. Manteniendo el apoyo de los poderes públicos, que me parece esencial, hay que ir explorando cada vez más la posibilidad de patrocinios.

-Esta situación afecta al cine y a toda la cultura.

-Esos recortes están, desde mi punto de vista, exagerademente, e incluso en ocasiones brutalmente, afectando de manera muy negativa a la cultura en general y concretamente al mundo del cine. También el festival está sufriendo las mismas circunstancias, y lo que se trata es de echarle arrojo, valentía e imaginación para conseguir paliar en lo posible ese desafío.

-¿Qué mensaje lanza a los onubenses sobre su Festival?

-Básicamente que estén orgullosos de él, que sepan protegerlo, que su ejecutoria siga siendo lo más brillante posible y que ascienda cada año. Que sepan que es una referencia importante para el cine iberoamericano en todas sus dimensiones. No se reduce a los días de su celebración; su eco es mucho mayor y las películas que se proyectan y se premian tienen un significado.

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