Paz Vega. Actriz

"La clase política española se ve fuera horrible, exactamente igual que dentro"

  • La protagonista de 'Teresa, el Cuerpo de Cristo' recibió ayer el Premio Málaga del Festival, donde coincidió con Julio Medem y se mostró interesada por la posible secuela de 'Lucía y el sexo'.

Han pasado quince años desde que Paz Vega (Sevilla, 1976) se desnudará -física y emocionalmente- frente a la cámara en Lucía y el sexo de Julio Medem. Desde entonces, la intérprete criada en Triana ha participado en más de 40 títulos, ha compartido set de rodaje con actores tan elogiados como Collin Farrell o Morgan Freeman. Ayer volvió a Málaga, a su "queridísimo" sur, para recibir en un Teatro Cervantes vestido de gala el Premio Málaga de Cine Español de Málaga por su fructífera carrera profesional. También para en Andalucía para grabar la miniserie Perdóname, donde encarna el papel de otra Lucía. "Esta mujer es una religiosa muy brillante a la que le van a dar un cargo bastante importante en su congregación, pero ella decide, de repente, volver a su pueblo natal", cuenta la actriz al resepcto. La monja se da de bruces con la realidad al pisar Barbate. "Allí ocurren gravísimos problemas a raíz de paro, hay barrios deprimidos y los chavales se dedican a vender drogas […] Muchos españoles, de cualquier pueblo o cualquier ciudad, se van a sentir identificados al ver la serie", adelanta. Al final de la entrevista se antoja imposible no preguntarle por la posible continuación de Lucia y el sexo. "Díselo a Julio Medem, que viene al Festival de Cine. Él sabe mucho más del tema. De hecho, yo lo quiero ver para que me cuente cómo va ese tema", contesta pícara. ¿Quién no desea, acaso, verla de nuevo a las órdenes de su director talismán?

-¿Qué significa un reconocimiento como el Premio Málaga del Festival de Cine para usted?

-Este premio viene muy ad hoc porque tengo cuarenta años y llevo la mitad de mi vida trabajando en el cine. Además, he rodado ya unas cuarenta películas.

-Las cifras suenan redondas, sí.

-Sí, el galardón es un reconocimiento a esta media carrera que aún no ha terminado. Tengo mucha guerra que dar en esta profesión todavía. Es un impulso, un aliento para así continuar trabajando en esto con alegría y con ganas.

-¿Qué tal ha ido el rodaje de Perdóname?

-No hemos terminado aún. Ayer llegué de Barbate y me voy ya mañana. Estamos grabando entre Zahara, el Palmar y Tarifa estos días. Unas localizaciones maravillosas.

-En la serie interpreta el papel de una religiosa, como ocurrió en Teresa, el cuerpo de Cristo de Ray Loriga. ¿Hay muchas diferencias entre la fundadora de las carmelitas descalzas y Lucía Medina?

-Muchas. Son mujeres totalmente diferentes. No tiene nada que ver que ambas sean monjas. Esta mujer [Lucía Medina] es una religiosa muy brillante a la que le van a dar un cargo bastante importante en su congregación, pero ella decide, de repente, volver a su pueblo. Volver para saldar deudas pendientes. Cuando llega allí, veinte años después de haberse marchado, se reencuentra con su pasado. Además, todo está muy cambiado: gravísimos problemas a raíz del paro, barrios deprimidos, los chavales se dedican a vender drogas.

-¿Cree que se corresponde esta realidad con la de otros muchos pueblos de España?

-Totalmente. Lo bueno de esta serie es que es de total actualidad. Todo lo que se cuenta no sólo se vive en el propio Barbate. Muchos españoles, de cualquier pueblo o ciudad, se van a sentir identificados al verla.

-¿Cómo se ve España cuando uno cruza el charco?

-España es maravillosa. Ningún país del mundo tiene tantas cosas bonitas y positivas. Te lo digo yo que he estado viajando por muchos países. España también tiene sus defectos, como todos. Pero, pese a todo, España es un grandísimo país.

-Pero no hay día que no se escuche a los medios hablar de casos de corrupción: Operación Nazarí, los Papeles de Panamá…

-Ya, pero una cosa es España como país, su gente, y otra muy distinta es la clase política. Desde fuera la clase política se ve horrible, exactamente igual que desde dentro. Desde luego, el nivel de corrupción es inaceptable. Preferiría no hablar más de política porque estoy saturada. Desde que empezó el rodaje de la serie no hay día que una televisión o periódico no hable de ello. Es depresivo, no porque no me interese, de hecho me indigna, sino porque estamos saturados.

-Con el Festival de Cine de Málaga la gente desconectará un poco. ¿Hay alguna película de la Sección Oficial que le llame particularmente la atención?

-Me habría encantado ver Toro ayer, pero no pude con tanto lío.

-Ahora que a coincidir con Julio Medem durante su homenaje, ¿qué tiene que ocurrir para que se ruede la continuación de Lucía y el sexo?

-Pregúntale a Julio Medem, que viene al Festival de Cine. Él sabe mucho más del tema. De hecho, yo lo quiero ver para que me cuente cómo va ese tema.

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