Fórmula 1

Alonso y el Circuito de Jerez están de moda

  • Más de 30.000 aficionados, incluyendo unos 2.000 escolares, pasan por el trazado en cuatro días

La lluvia de primera hora y los nubarrones que entoldaron el Circuito durante toda la jornada no ensombrecieron la Alonsomanía. Al reclamo del asturiano unos diez mil aficionados se dieron cita también ayer en las instalaciones del trazado jerezano, completando la tribuna VIP y casi la X-1, frente a la chicane. Y ayer sí pudieron disfrutar viendo a los monoplazas en acción, ya que hubo actividad casi incesante y a veces hasta coincidían más de cuatro bólidos en la pista.

El día amanecía desapacible, encapotado y gris y con algo de lluvia pero a pesar de los elementos, el público volvía a responder y eran de nuevo alrededor de 10.000 personas las que a lo largo de la jornada han pasado por el autódromo jerezano, a los que hay que sumar los cerca de dos mil escolares que han visitado las instalaciones como parte del programa de visitas gratuitas al Circuito.

En definitiva, más de 30.000 personas ha sido el cómputo global de asistencia de público a lo largo de la semana en el trazado.

Prueba de la expectación generada por estos ensayos han sido los 390 periodistas acreditados -entre redactores, fotógrafos y televisiones-, todo un récord en Jerez.

Sin duda, la campaña de captación de aficionados en los colegios es una magnífica iniciativa: excursiones de escolares de Córdoba o Granada -han venido hasta de Jaén-, además de Jerez, han disfrutado desde el pasado martes de un 'día en las carreras', viendo los bólidos de F-1 en acción en las tribunas X-0 y X-2, una actividad extraescolar que es todo un lujo.

Y Alonso es el reclamo: a su paso por la chicane y curva Ferrari, desde la tribuna X-1 se oían bocinas y algo de griterío; en el paddock -más controlado que en ocasiones anteriores-, los aficionados se agolpaban junto al hospitality de Ferrari -ya no se les puede llamar carpa- esperando la entrada o salida del asturiano. Fotos con disminuidos en silla de ruedas y acelerón y carrera hasta ganar la puerta del restaurante móvil, tan rápido como con el cavallino rampante.

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