Gp de gran bretaña

Alonso, contento pero cauto ante la sospecha de que Red Bull resucitará

  • En Alemania se levantarán las restricciones técnicas impuestas por la FIA en Silverstone, lo que podría devolver a lo más alto del podio a Vettel.

La victoria de Fernando Alonso el domingo en el GP de Gran Bretaña, al llevar su Ferrari por primera vez a lo más alto del podio esta temporada, ha generado una alegría contenida en el equipo italiano, que teme que el gran rival, Red Bull, pueda volver a la senda del triunfo en breve. De hecho, el triunfo laborioso de Fernando Alonso contó con una restricción técnica en los coches de la escudería austríaca, al tener sólo efecto en el circuito de Silverstone, donde la FIA estableció una limitación de los gases que soplan sobre el difusor. Esto podría haber afectado notablemente en el rendimiento de los Red Bull, ya que su superioridad se atribuía en parte a este factor.

Nadie ha puesto en duda el excelente trabajo del piloto español -que con el triunfo dio un salto a la tercera posición de la general (112 puntos), aunque aún lejos del líder indiscutible, el alemán Sebastian Vettel (204)- ni tampoco el potencial que ha obtenido el Ferrari, que llegó con claras mejoras aerodinámicas, pero los Red Bull volverán a ser, en la siguiente carrera (Alemania), el líder indiscutible de una temporada que ha dominado casi por completo.Con la mejora del Ferrari y el regreso a la configuración del Red Bull de hace dos semanas para la carrera de Alemania, quizá las diferencias extremas que han expresado ambos coches en la victoria (Alonso llegó a disfrutar de ventajas de hasta veinte segundos) se ajusten mucho más, dándose probablemente una mayor igualdad de fuerzas.

Lo que ya nadie le puede quitar a Alonso es que haya logrado, al fin, batir a los dos Red Bull. Ya en Mónaco, Alonso estuvo a punto de dar la campanada, en un circuito mucho más adecuado para Ferrari que en la anterior carrera, en el GP de España, donde los Red Bull doblaron a los dos monoplaza italianos, en la victoria más escandalosa de la temporada, en gran parte por una nula adecuación de los Ferrari con las gomas duras.

De hecho, este factor también debió jugar su papel en Silverstone, ya que el suministrador de neumáticos (Pirelli) escogió las mismas gomas de Barcelona (duras y blandas), con la consiguiente preocupación en Ferrari, que además no pudo casi probar el componente por la lluvia caída sobre el circuito inglés. Precisamente el agua finalmente jugó un papel de aliado para Ferrari, ya que otra vez se presentó contra las previsiones, que aseguraban una carrera sobre seco. Todos los coches montaron neumáticos intermedios, y por consiguiente el obligado cambio como mínimo de una vez de las gomas dejó fuera de combate el componente duro, ya que todos los pilotos escogieron los blandos cuando entraron en la calle de garajes.

Para el GP de Alemania, que se celebrará dentro de dos domingos, el reglamento, que ha ido dando banzados durante todo el fin de semana, con la FIA como objeto pasivo ante las protestas de los equipos, se fijará de tal manera que los gases dirigidos hacia el difusor no quedarán restringidos en ningún porcentaje, y el mapa motor que utilicen los equipos en la clasificación deberá ser el mismo para el inicio de la carrera, hasta el primer stint. Con este panorama, la reglamentación en esta materia, muy inestable durante toda el fin de semana en Silverstone por las protestas de la mayoría de equipos, como Red Bull, porque se sentía perjudicado, volverá a ser la misma que en la carrera del GP de Europa.

A Alonso sólo le quedará por demostrar a partir del GP de Alemania que el éxito en Silverstone se sustenta, ya no sólo por la calidad que atesora como piloto, sino porque tiene un coche competitivo ante un gran rival que volverá a disponer de un monoplaza sin restricciones y que, sin ellas, ha sido imbatible.

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