La Federación Internacional del Automóvil (FIA) denunció ayer la intención de algunos miembros de la Asociación de Equipos de Fórmula 1 (FOTA) de impedir que se alcance un acuerdo sobre el reglamento de la temporada 2010, tras ciertos comentarios sobre una reciente reunión.

"La FIA creía que había participado en una reunión muy constructiva que dio lugar a varios acuerdos. Pero después se extrañó al enterarse de que algunos miembros de la FOTA ausentes de la reunión afirmaron falsamente que no se acordó nada y que la reunión fue una pérdida de tiempo", dice la FIA.

"Claramente hay un elemento en la FOTA que está decidido a evitar que se alcance acuerdo alguno sin pensar en los daños que eso puede causar a este deporte", asegura la propia FIA en un comunicado.

El presidente de la FIA, Max Mosley, presidió el 11 de junio esa reunión, a la que acudió una delegación de la FOTA compuesta por Ross Brawn (Brawn GP), Stefano Domenicali (Ferrari), Christian Horner (Red Bull), John Howett (Toyota) y Simone Perillo (FOTA).

Según la FIA, "se alcanzó un acuerdo en cuanto a los reglamentos técnicos para 2010 para que los equipos que compiten actualmente proporcionen asistencia a los nuevos equipos en varios ámbitos clave".

"También se acordó que los objetivos de la FOTA y de la FIA en cuanto a reducción de costes están ahora más próximos y que los expertos financieros de ambas partes se reunirían lo antes posible para ultimar detalles", añade la FIA.

Ocho escuderías integrantes de la FOTA (McLaren-Mercedes, BMW Sauber, Renault, Toyota, Brawn GP, Ferrari, Red Bull y Toro Rosso) se oponen al nuevo reglamento que la FIA quiere introducir en la temporada 2010 y se inscribieron con condiciones para participar en el campeonato el año próximo.

En cambio, Williams y Force India aceptaron sin condiciones el nuevo reglamento, al igual que las tres nuevas escuderías admitidas en principio para la próxima temporada, que son USF1, Campos y Manor.